El Ajuntament de Pollença incluyó en el Plan General de Ordenación Urbana de Pollença del año 1990 la urbanización de Cala Carbó como suelo urbano. Esta circunstancia es, según la alcaldesa de Pollença, Francisca Ramón, lo que impide evitar la construcción de 50 chalets en la montaña de Cala Carbó, junto a Cala Sant Vicenç. Ramón aseguró también que «ahora salen muchos proyectos aprobados desde hace tiempo y a los que el Ajuntament no puede decir que no».
Las manifestaciones de la alcaldesa de Pollença no son compartidas por sus socios de pacto de gobierno, ya que el concejal de Unió Mallorquina Guillem Matheu manifestó que «se debe buscar una solución para evitar este tipo de construcciones que estropean el paisaje del municipio de Pollença».
Desde el PSM afirmaron también que «se deben parar estas actuaciones» aunque también reconocían que no se habían estudiado hasta qué punto existen unos derechos consolidados. La urbanización de Cala Carbó pertenece a un plan parcial aprobado en 1962 y que fue revisado en 1991 por el Ajuntament de Pollença que redujo el urbanizable a una tercera parte.