La fuerte reacción de los partidos políticos y de grupos ecologistas a la recalificación de la parcelación rústica de Son Font en suelo urbano ha tenido un efecto inmediato. El Ajuntament de Calvià, presidido por la socialista Marganrita Nájera, decidió el miércoles en sesión plenaria solicitar al Consell de Mallorca que revoque a la mayor brevedad posible la declaración de utilidad pública e interés social del asentamiento y parcelación de Son Font, con el fin de evitar la construcción de las 30 parcelas que todavía permanecen en la zona.
La moción de Alcaldía presentada por sorpresa al pleno solicita, además, a los grupos políticos en el Parlament y al Govern que inicien la modificación de la Ley de Espacios Naturales para incluir Son Font. Manuel Suárez, alcalde accidental de Calvià en sustitución de Nájera que se encontraba en Madrid, compareció ayer en Palma para responsabilizar al Partido Popular de la proliferación de edificaciones en Son Font: «El PP ha mentido y ha utilizado Son Font de Calvià para crispar y presionar al Pacte de Progrés del Govern».
Suárez expuso que la parcelación y asentamiento de viviendas en Son Font se inició en 1974 y tuvo autorización para la construcción de 77 viviendas a partir de abril de 1987, a través de la declaración de utilidad pública e interés social acordada por la Comisión Técnica de Urbanismo presidida por el conseller Jeroni Saiz. En 1991, el Govern conservador excluyó de la Ley de Espacios Naturales la urbanización de Son Font. Y en 1994, el CIM presidido por Joan Verger, excluyó esta parcelación de la obligatoriedad de contar con 7.000 metros cuadrados como parcela mínima para poder construir en suelo rústico.
«Resulta intolerable que el presidente del PP, Jaume Matas, sea tan desmemoriado y tan ignorante, y que tenga tan mala fe» indicó Suarez. «Cada intento del Ajuntament de Calvià de ordenar Son Font, se ha visto obstaculizado por decisión del Partido Popular».