Los socios de la Asociación de la Tercera Edad del Port d'Alcúdia decidieron ayer en un animado referéndum si aceptan la propuesta municipal de instalar un centro de día en el local que ahora ocupan. «Si tuviera que acercar mi mano al fuego diría que ganará el sí. Estas votaciones caen por su propio peso. Todos tenemos la ropa tendida y si alguno cree que no la necesitará que vaya con cuidado», alertó el presidente de la Junta de la Tercera Edad del Port d'Alcúdia, Pere Bennasar. No obstante, los resultados no se darán a conocer hasta mañana lunes. A les seis de la tarde está previsto que dé inicio el recuento de votos.
Ayer, cada uno de los 410 socios, que días antes se habían desplazado hasta el local para recoger el ticket de los buñuelos, recibían una papeleta en la que se había inscrito un «sí» i un «no». Cuando los mayores recogían la bolsa de buñuelos y el vasito de moscatel partían la papeleta en dos, depositando la opción escogida en una improvisada urna.
Las votaciones fueron sumamente curiosas. Tanto era así que, incluso, una mujer se desplazó hasta el local para recoger su bolsa de buñuelos y la de otros cinco socios más. Ella recibió las seis bolsitas y las seis papeletas y votó para todos seis. Los mayores que defendían el centro de día se mostraron dispuestos a la hora comentar su postura. «Tengo una hija en Palma, si abrieran todo el día mi marido Genaro y yo podríamos venir a comer», comentaba Concepción Barba. Mientras que los que votaban «no» abandonaban rápidamente el local y callaban.