Ni las nubes amenazantes ni las pocas gotas de fina lluvia que cayeron antes del mediodía mermaron asistencia de público a la Darrera Fira de Llucmajor, una de las más emblemáticas de la Part Forana.
El edificio del Ajuntament lució sus mejores galas, mientras que es gegant y sa geganta flanqueaban el portal mayor. Cerca de él y junto al templo parroquial se encontraban los puestos de venta de cerámica y barro, flores y cestos de palmito. Cierta sorpresa causó entre los viandantes el stand que instaló el Ejército como punto de información de las Fuerzas Armadas Profesionales, en el que mandos y personal, compuesto por dos chicas, atendieron a los interesados.
El arte también tuvo su protagonismo, y muy celebradas fueron las muestras de José Coll Sotomayor, Lola García y Mateu Ripoll, Damià Mir y Cati Aguiló. Las asociaciones de tercera edad locales presentaron también muestras muy interesantes en sus respectivas sedes, ya que en esta edición no las pudieron mostrar en el colegio público por encontrarse en obras.
A las once y media el alcalde Lluc Tomás recibió a las autoridades invitadas, entre las que se encontraban el presidente del Govern balear, Francesc Antich; la presidenta del Consell Insular de Mallorca, Maria Antònia Munar; el conseller de Presidència, Antoni Garcías, y el alcalde de Palma, Joan Fageda, entre otros. Precedidos por la banda de música, dirigida por Cristóbal Barros, iniciaron un pasacalles que recorrió la calle Bisbe Taixequet hasta el monumento a Jaume III, donde fue cortada la cinta inaugural, seguida de una suelta de palomas.
La sección más importante del recinto ferial fue la XX Mostra Llucmajorera, que por segundo año consecutivo se ubicó en el paseo Jaume III, lo que permitió poderla ver sin agobio, y en la que no faltó una buena representación empresarial de la ciudad.