El salón de plenos se llenó al completo y el numerosísimo público que asistió a la lectura del pregón con que comienzan la Fira de 1999 se tuvo que acomodar en sillas anexas a los bancos de madera. Tras ser presentado por el alcalde, Lluc Tomàs, Font Obrador recordó la celebración del séptimo centenario de las ordinacions de la fundación de Llucmajor como villa.
El pregonero recordó que las ordinacions dadas por Jaume II se centraban en el deseo de construir núcleos de población organizados con el propósito no sólo de defenderse de los ataques de piratas, sino también de fundar y desarrollar una nueva sociedad encaminada a la creación de un equilibrio económico, ecológico y social de una Mallorca multiracial, legado que nos ha llegado hasta nuestros días y que ahora resurge con mayor fuerza en una Isla que a las puertas del año 2000 se nos presenta como una tierra de diferentes culturas y razas que conviven en las mismas ciudades que originariamente fueron creadas por el rey mallorquín.
Font Obrador acertó al elegir el pasado como fórmula para descubrir un futuro cercano en el que Mallorca deberá volver a apostar por la tolerancia si desea el desarrollo no sólo económico sino cultural de sus ciudadanos. Llucmajor se une en este sentimiento de progreso e invita a todos a participar en la 453 edición de las fires.