Más de seis mil personas participaron ayer en la XX edición de la Pujada de la Part Forana a Lluc a Peu. El nivel de participación fue superior al registrado en años anteriores gracias a la colaboración de más de 32 pueblos mallorquines, que se reunieron para celebrar la Diada de la Mare de Déu, acto que concluye las fiestas de verano de la Part Forana.
La Pujada a Lluc fue organizada por la Associació dels Antics Blavets. Su presidente, Pere Ferrer, comentó el éxito de este año: «Se trata de la XX edición y por este motivo se ha editado una revista conmemorativa. El artista Jaume Alzamora ha diseñado un nuevo logotipo».
La madrugada del domingo, la carretera Sineu-Inca se llenó de valientes marxaires, algunos con mochilas y otros más ligeros de equipaje. También había coches de asistencia por si había algún incidente, aunque todo transcurrió con normalidad.
A las seis y media de la mañana fueron llegando los peregrinos quienes no podían disimular su agotamiento; algunos recorrieron incluso 70 Kilómetros. A las siete de la mañana los marxaires, pudieron coger fuerzas con un chocolate caliente y una pasta ofrecido por la organización en la Font Cuberta.
En Algaida, el president de la Comunitat, Francesc Antich, también se incorporó al grupo de marxaires de su municipio, aunque, a pesar de su buena voluntad, solamente recorrió 2 kilómetros. Antich se reincorporó desde el Salt de la Bella Dona hasta Lluc para poder asistir a la misa oficiada a las nueve horas y la ofrenda de los participantes con la animación de los xeremiers de Son Roca.