La propiedad de Can Ramis ha decidido cerrar a partir de hoy la cantera de Llucmajor a los transportistas de contenedores de escombros de Palma ante las constantes presiones recibidas por los vecinos de la segregación rústica de s'Aranjassa. Miquel Ramis, gerente de la explotación, aseguró ayer a este diario que no se permitirán los vertidos de escombros en la cantera hasta que el Govern y el Consell de Mallorca se pronuncien y se normalice la situación.
«Estamos cansados de los insultos», indicó Ramis. «Se nos está tratando como escoria cuando lo que pretendíamos era contribuir a solucionar el problema de los escombros. No estamos dispuestos a aguantar las denuncias de los vecinos».
Miquel Ramis comunicó ayer a la Asociación de Transportistas de Contenedores de Escombros de Baleares que ya no lleven los contenedores de escombros a la cantera. Ante la situación planteada, los transportistas acordaron dirigirse hoy, a partir de las 9 de la mañana, con los camiones a la Conselleria de Medi Ambient, ubicada en las Avenidas de Palma.
«El propietario va a cerrar y nosotros no sabemos dónde vaciar los contenedores. Por eso, hemos decidido aparcar hoy los camiones en las Avenidas y que se nos diga un lugar dónde realizar la descarga de escombros», señaló a este periódico Joan Sastre, presidente del colectivo de transportistas de contenedores de escombros de Palma.
Sastre también se refirió a las presiones de los vecinos para que cese esta actividad. De hecho, hoy mismo tiene que ir a declarar ante la Guardia Civil por el incendió que se declaró la semana pasada en la cantera.