La Asociación de Transportistas de Contenedores de Escombros de Baleares solicita la intervención del presidente del Govern, Francesc Antich, ante las constantes presiones de los vecinos de s'Aranjassa por el uso de la cantera de Can Ramis, en el término municipal de Llucmajor. Los transportistas de Palma quieren dejar claro que para desarrollar el vertido de escombros en Can Ramis cuentan con los correspondientes permisos del Govern y del Consell de Mallorca.
Los transportistas de contenedores han firmado un contrato con Can Ramis para verter los escombros en la zona de la cantera que ya no se explota y proceder a su restauración. El resto de residuos que llegan en los contenedores (neumáticos, cables, fluorescentes, baterías, pilas, colchones, etcétera) se está seleccionando y desviando a diferentes empresas de reciclaje. «Nunca hemos querido actuar de forma ilegal», indica Joan Sastre, presidente de esta entidad a la que están asociadas unas 30 empresas de transportistas. «Todo los residuos que llegan se están reciclando. De hecho, hemos creado 12 puestos de trabajo para que se seleccione el material». De momento, esta selección se hace de forma manual, pero para el mes de septiembre se mecanizará con compactadoras y trituradoras.
«Cuando cerraron Son Reus nos encontramos sin ningún sitio donde tirar los escombros, por eso decidimos iniciar esta experiencia piloto. El Govern y toda la sociedad se ha de implicar en este tema. Se ha de mentalizar a los ciudadanos de que los contenedores de escombros no son para la basura. Este es un mal necesario», aseguran Matías Soto, de contenedores Dani, y Antoni Llompart, de Illes Contenidors.
Afirman que si continúan las presiones de los vecinos pararán la actividad, pero serán las administraciones las que tendrán que buscar una solución a los vertidos de escombros. La indignación de los transportistas se ha agravado tras el incendio del pasado jueves. A su juicio, este incendio fue provocado. «Es imposible que a las 3 de la madrugada se distinguiese lo qué se estaba quemando, con la gran profundidad que tiene la cantera», destacan los transportistas.