La decisión de acometer la auditoría contable se tomó durante la celebración de un pleno extraordinario convocado a petición del PSOE, ahora en la oposición. «Según las últimas declaraciones del alcalde, parece que somos unos estafadores y que hemos dejado el Ajuntament en una situación económica lamentable», aseguró el concejal socialista Joan Carbonell. El PSOE, sin embargo, solicitaba la elaboración de una auditoría de los últimos 20 años, aunque finalmente, con los votos del equipo de gobierno del PSM y del PP, se aprobó que la auditoría sería sólo de los últimos cuatro años, y que la redactaría la secretaria de la Corporación.
Los ediles socialistas, que aseguraron no desconfiar en absoluto de la secretaria, consideraban más adecuado que fuese algún órgano externo al Ajuntament el que realizase la auditoría, «porque lleva mucho tiempo y si lo hace la secretaria se pueden retrasar otros trabajos más necesarios para el Ajuntament». La secretaria también advirtió al batle que la elaboración de la auditoría le supondría dejar de lado otras labores.
Según el alcalde, Jaume Mestre (PSM), el Ajuntament se encuentra «en números rojos, sin liquidez». En cambio, el ex delegado de Hacienda, Miquel Quetglas (PSOE), asegura que «el análisis económico que hace el alcalde no es nada serio ni riguroso». Para Quetglas, la contabilidad municipal refleja «una evolución altamente positiva de la situación económica municipal en los últimos cuatro años».