El president del Govern balear, Francesc Antich, se comprometió una vez más públicamente a no construir la autopista Inca-Alcúdia. Así lo manifestó ayer a los vecinos de Búger y Campanet que se hallaban concentrados en el conflictivo cruce de ambos municipios con la carretera Palma-Port d'Alcúdia, a la espera de una respuesta sobre la construcción de una rotonda que suprima el conflictivo punto negro.
«Ratifico las palabras que pronuncié en el discurso de investidura: Autopistas, no; porque son infraestructuras inadecuadas en relación al modelo de crecimiento que queremos impulsar», señaló el president. Antich apuesta abiertamente por efectuar el desdoblamiento de la vieja carretera de Alcúdia con la creación de terceros carriles. De la misma manera se tendrán que descongestionar las principales carreteras con una mejora de las vías secundarias.
El desdoblamiento obligará al Govern a renegociar con Madrid el convenio de financiación firmado que preveía una inversión de 56.000 millones de pesetas.
Asimismo, Antich explicó que se construirá una rotonda en el cruce de Búger-Campanet. Para ello se realizará una inversión de entre 30 y 40 millones de pesetas. También se efectuarán rectificaciones en el trazado de la carretera que une Inca con Alcúdia para dotar de una mayor seguridad y fluidez en el problemático cruce viario.