Los empresarios que tienen negocios en sa Calobra y los pocos vecinos que residen en esta zona costera del municipio de Escorca han expresado su indignación ante el deficiente servicio médico que se ofrece en estas fechas pese a que cada día pasan más de mil visitantes por este paraje. La apertura de un dispensario hace escasos años ha sido un hecho anecdótico, pues prácticamente siempre está cerrado, y los usuarios deben desplazarse hasta Lluc para ser atendido por el médico.
En lo que va de año, la Creu Roja de Sóller ha tenido que cubrir la asistencia a una docena de urgencias acontecidas en sa Calobra y Cala Tuent, además de accidentes que se han producido en el Torrent de Pareis.
La Creu Roja de Sóller mantuvo durante ocho años un puesto de primeros auxilios en sa Calobra y un puesto de vigilancia en las playas, completamente gratuita, contando sólo con el apoyo de las empresas de embarcaciones y algunos hoteles y restaurantes de la zona para su mantenimiento. Asimismo, un convenio entre Cruz Roja, el Ajuntament d'Escorca y la Conselleria de Sanitat posibilitó que los fines de semana hubiera un médico en sa Calobra. Los voluntarios cubrían cualquier emergencia y si era preciso se desplazaba un médico a la zona.
El embellecimiento de la zona costera de sa Calobra obligó a retirar la caseta de primeros auxilios y en su lugar se levantó un edificio en el que teóricamente debían estar los voluntarios sanitarios. Sin embargo, este recinto permanece cerrado las 24 horas del día, pese a que en su día fue inaugurado como centro sanitario.