El president del Govern balear, Jaume Matas, y el obispo de Mallorca y presidente de la Fundació Deixalles, Teodor Úbeda, firmaron ayer por la tarde en la rectoría de Sóller el protocolo para crear un ambicioso centro de tratamiento de residuos sólidos urbanos.
El macrocomplejo para la recuperación y reciclaje de muebles, electrodomésticos, envases, ropa, papel, cartón y vidrio, entre otros, quedará instalado en el recinto de la vieja depuradora de Sóller, aprovechando las dependencias municipales cedidas por el Ajuntament de la localidad del valle.
La inversión a realizar incluye adecentar el solar, levantar una nave-almacén, construir muelles de carga y descarga, habilitar oficinas y reservar un área como parque verde.
La inversión global a realizar asciende a cerca de 140 millones de pesetas, de los que el 60 por ciento (unos 82 millones) será financiado por la Administración autonómica a través de la Conselleria de Medi Ambient.
El 40 por ciento restante será aportado por la Fundación Deixalles-Sóller, de la que son patronos diversas entidades privadas y públicas asentadas en el valle.
Tras la firma del convenio, el obispo dijo que ayer fue «un día muy importante», tanto por lo elevado de la inversión a realizar como por la tarea de reinserción social y laboral que realiza la fundación que él preside con las personas que trabajan en ella. De hecho, Deixalles (desperdicios, desechos, en castellano), surgió hace una década con la necesidad de recuperar y reciclar trastos viejos, y también rehabilitar y devolver la dignidad humana a personas con problemas de desarraigo familiar y laboral, hombres y mujeres que con un empleo pueden dejar de lado sus problemáticas.
En estos momentos, en la Fundació Deixalles de Sóller trabajan cerca de 20 personas, que recogen a domicilio los objetos voluminosos sobrantes de los municipios de Sóller y Fornalutx.