El grupo ecologista consideró ayer que autorizar un nuevo complejo urbanístico en Cala Aixada es un «error grave» y una «barbaridad» porque demuestra que se sigue apostando por un modelo turístico basado en la destrucción del litoral. A través de un comunicado de prensa, el GOB criticó que el Ajuntament de Calvià y la Comissió Insular d'Urbanisme consientan la edificación de 66 viviendas distribuidas en siete bloques de apartamentos de cuatro alturas y sótano en la primerísima línea de la urbanización Sol de Mallorca, entre el mar y el Casino de Mallorca.
Para el grupo ecologista, autorizar este proyecto es una «contradicción flagrante» de la Agenda Local 21 que impulsa el Consistorio calvianer, del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Calvià y de las políticas proteccionistas que teóricamente impulsan tanto el Govern balear como el Consell de Mallorca.
El GOB considera que el Ajuntament de Calvià impida cualquier nueva edificación en la costa y por ello ha solicitado a la alcaldesa, Margarita Nájera, «que paralice de forma cautelar» estas obras y que los servicios técnicos y jurídicos municipales revisen la licencia.