El Ajuntament de Sóller ha prorrogado hasta día 31 el plazo para que los residentes y propietarios de solares e inmuebles de la urbanización Torre Picada puedan presentar sus alegaciones sobre el proyecto de dotación de servicios a esta zona. El alcalde, Joan Arbona (PSM), comentó ayer que antes de emprender cualquier actuación el Consistorio quiere saber el parecer de todos los afectados, de modo que las obras a realizar sean conocidas por todos y, a ser posible, consensuadas.
El batle indicó que de los 220 vecinos de la urbanización unos 179 creen necesaria la mejora, 11 están en contra y los 30 restantes aún deben expresar su opinión. El Consistorio, en este sentido, remitió una formulario a todos los afectados para que expresaran sus puntos de vista sobre el proyecto de mejora urbanística.
El coste de la construcción de aceras, asfaltado, dotación de alcantarillado, pluviales y red de agua potable, así como alumbrado, asciende a 86 millones de pesetas, de los que 15 están subvencionados. Parte de esta actuación deberá ser financiada mediante contribuciones especiales, a razón de 1.303 pesetas/m2 edificable. Años atrás se redactó un proyecto alternativo, presupuestado en 41 millones, pero sin alumbrado, aceras y asfaltado.