La marquesa del Palmer, María del Pilar Dezcallar, amenaza con llevar ante los tribunales al Ajuntament de ses Salines por la plaza situada en el núcleo de la Colònia de Sant Jordi que lleva el nombre de su padre, Marqués del Palmer, y que una parte es de su propiedad. Concretamente es propietaria de 624 metros cuadrados, y el resto es de titularidad pública.
En un escrito remitido al alcalde de ses Salines, Antoni Caldentey (UM), el representante legal de la marquesa del Palmer, Félix Pons, pide que se abra expediente de expropiación forzosa y, al mismo tiempo, sea indemnizada por haber tenido durante 25 años una plaza en terrenos de su propiedad. En el mismo escrito amenaza con que si no se acepta su petición, interpondrá un contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJB).
La plaza está situada ante el hotel que construyó el Marqués del
Palmer junto a la playa de es Coto.
El alcalde Caldentey explicó: «Vamos a terminar en los tribunales
porque el lunes en sesión plenaria el Ajuntament va a desestimar
las peticiones de la marquesa. Hemos estado negociando hasta el
último momento, pero ha sido imposible llegar a un acuerdo».
El convenio que ha intentado llegar el Ajuntament con la marquesa del Palmer consistía en recalificar como urbano un solar de su propiedad en zona rústica y una indemnización por la plaza. Después de arduas negociaciones, pequeños flecos como por ejemplo quién pagaba el IVA, no fructificaron en el acuerdo para el convenio. «Puedo decir que yo mismo el día de Reyes estuve intentando arreglar el tema», afirmó el alcalde de ses Salines, Antoni Caldentey.
El delegado de Urbanisme de ses Salines, Antoni Bonet (UM), apostilló al respecto que «lo interesante hubiera sido llegar a un acuerdo y que toda la plaza fuese de propiedad municipal. Pero no ha sido posible y lo más seguro es que el tema llegue hasta el Tribunal Supremo».
Esta problemática plaza y el convenio entre Ajuntament y la marquesa del Palmer fue uno de los motivos de la ruptura del pacto de gobierno en ses Salines entre UM y el PSOE. El portavoz socialista Antoni Perelló quería que la marquesa, además de ceder la plaza a cambio de recalificarle como urbano su solar rústico, regalara un solar situado frente al Centro Cívico de la Colònia de Sant Jordi. UM, ante la negativa de la marquesa por el citado convenio, decidió negociar la compra del solar. Esta situación desembocó en unas fuertes desavenencias de los dos partidos que acabó con la ruptura del pacto de gobierno.