El concejal de Policía y Tráfico de Inca, Anselmo Rodríguez (PP), ha advertido al concesionario del autobús urbano de Inca, Autocares Alorda, que el Ajuntament le rescindirá el contrato si vuelve a tomar cualquier decisión respecto al servicio sin informar a los responsables del Consistorio. Respecto a los cambios que se efectuaron en el horario del bus, el empresario Miquel Alorda informó al alcalde, Pere Rotger, al concejal Rodríguez y al sargento de la Policía Local, Baltasar Perelló, que «únicamente se ha modificado el que salía a las ocho por otro que sale media hora más tarde, por petición de los usuarios. El único que se ha suprimido es el de las siete de la tarde. Los otros servicios se han cumplido», afirmó el concesionario.
El Ajuntament sólo ha amonestado verbalmente al concesionario y
no le ha impuesto ninguna sanción económica por incumplir el
convenio.
A la salida de la reunión, el concejal Rodríguez manifestó: «Lo que
hizo el concesionario está mal hecho, y por eso le hemos dado un
tirón de orejas advirtiéndole que no debe tomar decisiones
unilateralmente».
Rodríguez anunció que la Policía Local vigilará a partir de ahora que se cumplan todos los horarios.
Un servicio con un déficit de 850.000
pesetas
El propietario de la empresa Autocares Alorda, concesionaria del
servicio del bus urbano de Inca, presentó ayer los datos económicos
al alcalde Rotger y al concejal delegado Rodríguez, que arrojan un
déficit del servicio de 850.000 pesetas durante el último
ejercicio. Durante estos días, la interventora examinará la
documentación. Si no encuentra ninguna irregularidad, se pagará a
Alorda la mitad de las pérdidas que ha presentado, en aplicación
del convenio que firmó con el Ajuntament por el que esta
institución se hacía cargo de las pérdidas hasta un millón y medio
de pesetas.