Una comisión del comité organizador de la Universiada 99 trató anteanoche de convencer a los pollencins para que participen en la ceremonia inaugural de los juegos olímpicos universitarios con una representación de los «Moros i Cristians». La inclusión del simulacro pretende representar la isla de Mallorca. Menorca estará representada con la presencia de los caballos, y las Pitiüses, con Miguel Bosé, que cantará «Formentera Lady».
La reunión informativa tuvo lugar anteanoche en el Claustre de Santo Domingo. Por parte de la Universiada, asistieron Carme Terrafeta, delegada cultural; José Luis Rupérez, director de la ceremonia; José Luis García, productor; y Joan Bibiloni, director musical del evento. El Ajuntament de Pollença estuvo representado por el concejal de Fiestas, Martín Ochogavía, y Guillem Mateu, delegado de Cultura.
Carme Terrafeta destacó que la intervención del simulacro de «Moros i Cristians» en la Universiada sería una forma de que se pudiese conocer en todo el mundo, «una oportunidad única», ya que la ceremonia de inauguración será vista por 800 millones de espectadores. Joan Bibiloni afirmó que «sería una gran decepción para los organizadores la no participación de los pollencins con su simulacro en el acto inaugural». José Luis Rupérez manifestó que «la organización había escogido el simulacro de Moros i Cristians porque era la fiesta más colectiva, participativa y democrática de todas las que se celebran en Mallorca».
Pero el público presente en la reunión, en su mayoría hombres, no veía con buenos ojos la inclusión de «su fiesta» en el acto de inauguración, y más cuando supieron que serían los «teloneros» de Miguel Bosé. Muchos de los asistentes coincidieron en decir que el simulacro, en el estadio de Son Moix y el 3 de julio, lugar y fechas del acto de inauguración de la Universiada, «perdería mucho», ya que la fiesta tiene un espacio y un tiempo muy precisos, que son las calles de Pollença y el 2 de agosto, día de la Patrona.
Ochogavía recordó que no había ningún tipo de compromiso y que serían todos los pollencins quienes decidiesen si participaban o no, con lo que se puso de manifiesto la necesidad de organizar una consulta popular para tomar la decisión definitiva.