A los pies de la Vía de Cintura y cerca de la gasolinera del Rafal, entre la calle Aragón y una salida de la autovía, ha 'resucitado' un antiguo asentamiento chabolista que tiempo atrás fue abandonado y vaciado por los que fueron sus habitantes, tal y como pudo constatar Última Hora sobre el terreno meses atrás. Hoy, con la verja de ese solar abierta y un camino perfectamente señalizado hacia las chabolas a lo largo de un espacio podado y despejado, se observan de nuevo señales de vida.
En forma de varias chabolas construidas en base a restos y partes de otras construcciones, tablones, puertas, lonas, palés... Y acompañado de un llamativo mobiliario: sillas y una butaca que permiten a sus moradores descansar y pasar a buen seguro que algunas horas de la noche a la intemperie dentro de ese pequeño poblado al amparo de la vegetación por un costado, pero perfectamente visible para los vehículos que se incorporan a Palma desde la Vía de Cintura o algunos de los vecinos de Can Capes.
Restos de bicicletas y componentes de las mismas, e incluso una mochila y un piano infantil que podrían indicar la presencia de menores se suman al paisaje, que completa una zona que parece destinada a cocinar, con una pequeña barbacoa colocada cerca de la vegetación, lo que eleva el peligro de incendio en la zona, que contrasta con el resto del solar, totalmente pelado.
Esa presencia del asentamiento, que anteriormente estaba camuflado por la vegetación silvestre que creció sobre el terreno, ha llamado la atención de los vecinos y los habituales de la zona, que a su vez lamentan la suciedad y basura que, dentro del mismo solar, se acumula en uno de los terraplenes que les separa de la autovía, y que apuntan podrían haber sido amontonada por los sintecho que allí se han instalado para recuperar la habitabilidad de lo que tiempo atrás eran los esqueletos de dos barradas vacías y engullidas por las plantas.
Cansado de este circoa on vols que t'enviem?