Los vecinos y residentes de la barriada de Camp d'en Serralta, próxima al centro de Palma, se vieron sobresaltados una vez más por actos de incivismo en la zona. Pero lo visto y vivido durante la noche del pasado viernes rompe todos los esquemas. Acostumbrados a ver cómo los vehículos invaden zonas prohibidas y estacionan en lugares no adecuados, pocos imaginaban que algún día iban a presenciar un espectáculo de tal magnitud.
Porque un automóvil invadió la zona central de la Plaça Serralta, peatonal y ocupada por el acceso al aparcamiento subterráneo, un parque infantil, bancos, un espacio ajardinado y durante algunas horas del día por las mesas y sillas de un bar próximo. Y lo hizo para recrearse realizando derrapajes ante los estuperfactos vecinos, que desde sus domicilios o a pie de calle presenciaban atónitos el triste y llamativo espectáculo. Uno más de los que les ha tocado vivir dentro de la larga lista de muestras de incivismo que sufren casi a diario en la barriada.
Los derrapajes duraron unos segundos, los suficientes para alterar la tranquilidad del vecindario y llamar la atención, antes de, con toda tranquilidad, abandonar por un paso de peatones la plaza dejando tras de sí el rastro sobre la superfície, que a día de hoy sigue presente y continúa llamando la atención de quienes fueron testigos o aquellos a los que les contaron lo acaecido.
Los colectivos vecinales del barrio de Camp d'en Serralta denuncian estos hechos, trasladados al Policía de Barrio y en consecuencia al Ajuntament de Palma, y los usan como soporte para su reivindicación de protecciones para evitar que el acceso al espacio público de la plaza y otros de la zona se conviertan en un área incontrolada. «Pasan coches, motos, aparcan en la plaza, la cruzan... incluso lavan los coches», aseguran los residentes, que al problema de la falta de aparcamiento suman este tipo de acciones que les sirven para trasladar de nuevo su malestar y preocupación a Cort.
Gente con clase, cultura y educación.