NORMATIVA

La ordenanza cívica de Palma ya está aprobada y entrará en vigor este mayo

Regula el uso de autocaravanas, patinetes, las pintadas vandálicas y otros comportamientos

La ordenanza cívica de Palma ya está aprobada y entrará en vigor este mayo

El alcalde de Palma, Jaime Martínez, alza la mano durante una votación este jueves en el pleno de Cort. | M. À. Cañellas

| Palma |

La ordenanza cívica de Palma ya está aprobada y entrará en vigor previsiblemente en mayo, una vez que el texto se publique en el Boletín Oficial (BOIB). La votación se ha desarrollado sin sorpresas y la normativa ha salido adelante con los votos de PP y Vox y la oposición de PSIB, Més y Podem. Después de meses de debate, desde la presentación del texto inicial en noviembre, el Ayuntamiento ha suprimido la polémica redacción que penalizaba vivir en autocaravanas, ciñéndose a lo que prevé la normativa de circulación, y también ha introducido cambios en cuanto a otro de los puntos que generaron más protestas en las sesiones de pleno, la regulación de los artistas callejeros.

El regidor de Seguridad Ciudadana, Miquel Busquets, ha defendido durante la aprobación que la ordenanza «no es una mera recopilación de sanciones, es una apuesta por una ciudad más ordenada y más limpia, donde la libertad individual se ejerza en armonía con los derechos colectivos y el civismo no sea una excepción, sino una práctica cotidiana».

El concejal ha remarcado que la ordenanza pretende poner coto al «ruido a altas horas de la noche, el vandalismo sobre el patrimonio y el uso inadecuado del espacio público», entre otras cuestiones; nuevas reglas, subrayaba Busquets, que no son «un punto de llegada sino de partida». El titular de Seguridad Ciudadana ha destacado que en el apartado de los patinetes se ataja un «vacío legal» en el corpus normativo de Palma. Los conductores de patinetes tendrán que contar con un seguro de responsabilidad civil obligatorio, con cobertura mínima de 120.000 euros, y llevar casco homologado.

Aunque Vox pedía espacios específicos para los caravanistas, sus seis regidores han apoyado el texto porque aunque creen que es mejorable, «lo que se ha hecho es mucho mejor que lo que había», en palabras de Fulgencio Coll, que ha desmentido que «se criminalice» a los vulnerables sino que «se busca un equilibrio de derechos y deberes».

Un discurso radicalmente opuesto a lo que se escuchaba en la bancada de la izquierda. «A ustedes no les importa lo que les pase a los ciudadanos de Palma, sólo que salga bien la foto. No les gustan las caravanas en las barriadas, los artistas en la vía pública, que llevan años regulados. Son elitistas y clasistas, y eso se demuestra con los hechos. Es clasista usted [al alcalde] desde que aparca su coche en la plaza Santa Eulàlia y la Policía no le multa», ha lanzado Angélica Pastor (PSOE).

La portavoz de Més, Neus Truyol, acusaba al PP de «perseguir al que piensa diferente y criminalizar la pobreza», mientras que Lucía Muñoz (Podem) ha parafraseado palabras del Papa Francisco en favor de los vulnerables para denunciar la «hipocresía» del Ajuntament (que momentos antes guardaba un minuto de silencio por el pontífice). Además, Muñoz ha deslizado que el recorrido de la ordenanza «no se va a quedar aquí».

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