Una llamativa imagen ha sorprendido el pleno lunes festivo, el cierre de la Semana Santa, a vecinos y turistas que transitan por el Paseo Mallorca de Palma. En uno de sus costados, en una zona ajardinada, se ha instalado una mujer indigente, a la que muchos residentes han visto pidiendo limosna en la avenida Jaume III. Y lo ha hecho de una forma llamativa, captando la atención de los que por allí pasan.
Dice llamarse Bella Francisca y muestra un estado de dejadez importante, con sus ropas y su piel sucias. Junto a ella, un carrito de la compra en el que guarda sus pertenencias. Aparece comiendo una bolsa de patatas y rodeada de botellas y latas de refrescos y cerveza. Junto a su improvisado campamento, otra imagen resulta tremendamente curiosa. La que más sin duda.
Y es que una colección de toallas se reparte sobre el césped. Asegura que está «secando» su ropa después de que hubiera llovido y no rehuye la conversación, sin miedo a que la Policía Nacional -cuya Jefatura Superior de ubica a pocos metros de su ubicación- pueda actuar contra ella para desalojarla. «Tengo amigos en la Policía», asegura, a la vez que repite que está allí «para secar la ropa».