El edificio de Gesa ya es de Palma. Pasadas las doce de la mañana, el alcalde de Palma, Jaime Martínez y el director general de Endesa en Balears, Martí Ribas, han firmado el contrato de compraventa del histórico inmueble así como de varios terrenos aledaños por valor de 30,5 millones de euros. La sala de plenos del Ajuntament acogió el acto presidido por una notaria y en la que los directivos de Endesa entregaron las llaves del edificio y el alcalde, tras un ligero despiste, los dos cuantiosos cheques. «Es el embrión del Distrito de Innovación», advirtió el alcalde, que confirmó que el inmueble mantendrá su aspecto actual ya que es un edificio protegido.
Después, un autobús de la EMT ha acompañado a la comitiva de concejales, directivos de la compañía eléctrica y numerosos periodistas hasta el edificio, que ya tenía sus puertas abiertas para la primera visita oficial de la mano del Consistorio. «Hoy es un día histórico para la ciudad de Palma. Se cristaliza así una Fachada Marítima que ya es municipal, desde la Llotja hasta el Palau de Congressos», dijo Martínez muy satisfecho.
Después de más de 15 años de abandono, el inmueble se someterá a un intenso lavado de cara. De hecho, Martínez advirtió que «a partir de marzo o a abril se lanzará un concurso de ideas arquitectónicas para el edificio de Gesa y su entorno. Es un proyecto de casi 20.000 metros cuadrados y esperamos que el proceso [de selección del proyecto ganador, así como las licitaciones de las obras] esté listo antes de final de año y a partir del año que viene empiecen las obras». A final de este año se espera tener ya el proyecto ganador que convertirá el edificio de Gesa en un espacio multiusos. El objetivo es que la reforma «tenga el coste menor posible ya sean con concesiones abiertas o a través de los fondos del Impuesto de Turismo sostenible (ITS)».
En ese edificio se situará la sede del futuro Distrito de Innovación, que se presentó días atrás, por lo que será una incubadora de empresas y también la sede del Instituto Municipal de las Artes, que abarcarán «las artes escénicas, la pintura y la escultura, la literatura e incluso la gastronomía. Y además, el edificio cuenta con un auditorio y habrá plantas multifuncionales ligadas al distrito». Una de las estrellas del edificio será la gran biblioteca central de Palma, que además tendrá ludoteca y medioteca». También se prevé incluir una oficina de atención al ciudadano.
Martínez añadió que en las trece plantas del edificio también habrá «un gran centro cultural de exposición. Ya hemos firmado un protocolo con los Thyssen y otros coleccionistas para hacer exhibiciones y exposiciones». Las parcelas adquiridas a Gesa también podrían acoger plazas de aparcamiento y podrían ampliarse los usos del edificio para ligarlo a la economía azul.
El alcalde recordó que además, con la firma del acuerdo transaccional, no sólo el Ajuntament ha adquirido el edificio y los solares colindantes, sino que «hemos conseguido que retire los pleitos que mantenía contra Cort y por los reclamaba cerca de 60 millones de euros, con intereses incluidos».
Durante la visita al edificio, el alcalde retomó su papel de arquitecto y ya hablaba de las posibilidades de dejar espacios diáfanos eliminando paredes y dejando solo las escaleras y el ascensor en diferentes plantas. «También se puede hacer doble y triple alzada», aseguró, lo que permitiría conseguir plantas con más altura. En los últimos días, operarios del Consistorio ya habían eliminado grafitis del edificio. Y en la cubierta de la planta noble ya se plantea la posibilidad de poner en marcha una cafetería, así como un restaurante en la terraza superior.
Por su parte, Martín Ribas señaló que «hoy se pone punto y final a una relación histórica entre Endesa y la Fachada Marítima de Palma». El director general de Endesa recordó el topónimo popular de La Costa del Gas, junto al Baluard del Príncep, acogió «hace 169 años la sociedad que fue el germen de Endesa, la Sociedad Alumbrado del Gas». A partir de 1956 aparecieron las primeras instalaciones para la la iluminación que sacó a Palma de la oscuridad. La primera fábrica de gas, donde se encuentra ahora el edificio de Gesa, nació en 1903, donde después se desarrollarían las primeras centrales que llevarían a electrificar Palma. «La Fachada Marítima eran terrenos que estaban fuera de las murallas y que acogieron el polígono energético hasta los años 50, hasta que el crecimiento de Palma llevó a crear otras centrales, explicó Ribas.
En 1973 se sacaron las actividades industriales de los terrenos del edificio, que se construyó en 1973 de la mano del arquitecto José Ferragut y que durante 30 años fue la sede social de Endesa. «En 2003 el Ajuntament acometió la reordenación de la Fachada Marítima, que culmina hoy tras 22 años. Han sido muchos años, con luces y sombras. Llegamos a un acuerdo muy bueno y positivo para la ciudad. Siempre hemos sido fieles al ordenamiento jurídico y siempre hemos estado abiertos al diálogo», aclaró Ribas, que agradeció al alcalde «el inmenso trabajo de este año y ocho meses, que coge el testimonio de gobiernos anteriores. Hay mucho trabajo detrás. Deseamos que sea un éxito y que aquí se geste la ciencia, la innovación y la cultura».
Un vecino que paseaba por los alrededores del edificio se paraba a curiosear ante el revuelo mediático. «¿Qué van a hacer con esto? Lleva muchos años abandonando. Ya pueden ir limpiándolo, ya...», decía. Arranca así la andadura para que Gesa vuelva a brillar como antaño.