La rehabilitación del molino de Cal Tio de Son Pelat, en el Pla de Sant Jordi, se ha llevado el primer premio ex-aequo a mejor intervención en la arquitectura tradicional Toni Cobos del Grup de Recuperacio i Estudi de la Tradició Arquitectònica (GRETA). El galardón ha sido compartido con el proyecto Adoveries, que ha rehabilitado dos edificios en Vic, en la provincia de Barcelona.
La rehabilitación del molino fue presentada por la arquitecta Assumpció Carrió, arquitecta, el arquitecto técnico Lluís Oreja, los constructores Martí Cabot y Miquel Ramis y el promotor Sebastià Serra. Se trata de un molino de viento de extracción de agua en el Pla de Sant Jordi. Según explica GRETA, «estos molinos sirvieron para regar los cultivos alrededor de su torre, el aljibe y las construcciones agrarias necesarias para la explotación agrícola. Formaban un conjunto etnológico de primera categoría, junto con Ses Cases, un ejemplo de arquitectura popular de Mallorca».
«Esta estructura de molinos y acequias, para transportar el agua por el regadío, es visible en e paisaje. Provienen de la desecación del Prat de Sant Jordi y llegan hasta nuevos días, muy maheridos por la entrada del turismo en el sector productivo de la Isla que, junto con la especulación urbanística, destruye día a día el pasado agrícola y ganadero de los alrededores de la ciudad», señalaron fuentes de la organización del premio de arquitectura.
El molino de Cal Tio de Son Pelat se construyó a principios del siglo XX con la técnica de la mampostería. El Consell de Mallorca estima que podría ser el primer molino de los alrededores. En la década de 1920 se realizó un recrecimiento de la torre usando sillares de marés y esta infraestructura dejó de funcionar hacia 1950. El Consell ha subvencionado la restauración integral de este molino, a través de la convocatoria de subvenciones para restaurar molinos de viento de extracción de agua del Pla de Sant Jordi de Palma.