Son Costa, Orson Wells, Germans Escales, Son Güells, Son Llátzer, Coll d’en Rebassa, Aeroport, Son Oms, Es Pil·larí, Bellavista-Ses Cadenes, s’Arenal. Estas son las once paradas previstas en el municipio de Palma para el futuro tren hasta Llucmajor. Este es el trayecto previsto para el tren que, si se cumple el calendario diseñado por el Govern balear, estará listo en 2032. Las obras arrancarán en 2028 y se espera que haya «molestias durante cuatro años». El objetivo es «acabar con la congestión del tráfico y para eso hace falta transporte público», explica la directora general de Mobilitat del Govern balear, Lorena del Valle.
El proyecto está hasta mediados de diciembre en exposición pública, periodo en el cual pueden presentarse alegaciones. «Es una forma de que la ciudadanía pueda hacer sus aportaciones», señala del Valle. Junto a Joan Mas, jefe de departamento de Obras Públicas de la Conselleria de Mobilitat, se han analizado diferentes alternativas para el trazado de la línea del tren. «Se ha elaborado un estudio con múltiples criterios como la demanda, el tipo de recorrido, cómo afectan las obras, el impacto medioambiental y el coste económico», afirman Valle y Mas.
La nueva línea tendrá una longitud total de 27,45 kilómetros, de los cuales 7,3 irán soterrados y 20,15 a cielo abierto. El proyecto contempla un primer tramo soterrado de 2,3 kilómetros entre la actual estación de Son Costa y Son Güells, donde saldría a la superficie para completar un recorrido de unos cinco kilómetros hasta volver a soterrarse en un nuevo tramo entre la zona del Coll d’en Rebassa y Son Oms, pasando por debajo de las pistas de despegue de Son Sant Joan, para luego continuar en superficie hasta Llucmajor.
¿Por qué arrancar en Son Costa y no en Plaça d’Espanya? «Quedó descartado un túnel en la plaza. Tendría que tener una gran profundidad. Insistimos mucho en esta alternativa pero para hacer el túnel tendría que ir a una cota más baja que la Intermodal», señala del Valle.
Además, la empresa Typsa, que elaboró el estudio preliminar y en el que tiene que presentar tres alternativas, cuantificó la afectación que suponía elegir Plaça d’Espanya. «Perjudicaba muchísimo a la movilidad de Palma, con cortes importantes por una obra que duraría entre tres y cuatro años. Además, es una zona con muchos restos arqueológicos», afirma la directora general de Mobilitat.
Elegir la plaza y Jacinto Verdaguer como punto de partida y en un trayecto subterráneo «supondría un coste de 100 millones de euros solo en ese trayecto». Por este motivo se ha elegido Son Costa: «Cada pocos minutos pasa el tren de Inca y el metro a la UIB», aclaran. Del Valle advierte que será una Estación de Transferencia, que sin salir al exterior permitirá conectar con las otras líneas de tren de la Part Forana, el metro y líneas de autobús que permiten transbordos rápidos. «Plaça d’Espanya ya está muy saturada de transporte público», aclara.
Mas explica que «se habría utilizado la tuneladora para llevar el tren por debajo de los edificios. El problema es que no hay espacio suficiente en los barrios para meter las estaciones». Por este motivo se ha descartado su paso por Pere Garau. Sin embargo, en Son Gotleu se plantea una parada, en la zona de la Plaza Orson Welles. «Se está buscando un solar vacío donde no estén previstos edificios terciarios, sociales ni viviendas», señaló del Valle.
El tren seguirá soterrado por Germans Escales y saldrá a la superficie por la zona de Son Güells, donde ya hay espacio libre. De ahí pasará a Son Oms, donde están previstos unos talleres para los trenes y un párking disuasorio. Pasará por Son Llátzer, un enclave estratégico donde además del hospital «se espera el nuevo recinto ferial, el instituto de secundaria y el nuevo centro médico». A partir de ahí vuelve a ser subterráneo y el objetivo es acercar la estación a la zona del Coll d’en Rebassa, en un punto aún por determinar, para dar servicio al máximo posible de población. Después vuelve a soterrarse y se creará una estación dentro de la terminal del Aeropuerto. Es Pil·larí, Bellavista-Ses Cadenes y El Arenal serán las últimas paradas del municipio.
Tras la fase de estudio informativo (donde se han analizado las posibles alternativas de recorridos), ahora es el momento de la exposición pública en la que se presentan alegaciones. Si hay alguna alteración en el proyecto, habrá una nueva exposición pública. Luego llegará una fase de redacción de proyectos para después llevar a cabo la ejecución de obras.
Se prevé que en 2025 se adjudique la redacción de los proyectos; para 2026, la aprobación del proyecto básico, con un nuevo periodo de información pública, y la declaración de impacto ambiental; para 2027, la licitación y adjudicación de las obras, y para 2028, el inicio definitivo.