La delicada situación de una buena parte de la red de carril bici de Palma ha llevado a Cort, a través del área de Movilidad, a desarrollar un análisis a fondo de los poco más de cien kilómetros que ofrece en la actualidad en diferentes zonas del municipio. El deterioro del asfalto, el desgaste de la infraestructura o su mal uso y la necesidad de llegar a nuevos rincones o completar espacios entre tramos son algunas de las situaciones que, a través de las denuncias de los usuarios o por el seguimiento realizado por el propio Ajuntament, les han llevado a tomar cartas en el asunto.
Por ello, el área que dirige el regidor Antoni Deudero realiza desde hace meses una completa auditoría de todo el recorrido por las diferentes barriadas de Palma. La intención de tenerla cerrada a finales del presente año para, una vez determinados los problemas que arrastra, proponer y dar soluciones a las carencias o deficiencias del trazado.
Además, la necesidad de ampliar esa red con nuevos tramos de carril bici está sobre la mesa, con el fin de dotarle de más solidez y acercar a usuarios y ciudadanos de zonas que todavía estén fuera de la red, que cuenta con el apoyo del servicio de Bicipalma para permitir a quienes no dispongan de bicicleta para desplazarse a través de esa infraestructura que ha crecido de manera exponencial a lo largo de los últimos años en la capital palmesana.
Esa auditoría de los diferentes carriles bici de la ciudad determinará en qué estado se encuentran sus sectores para habilitarlos o proponer la necesidad de crear más kilómetros dentro de la red, que en varios tramos muestra una serie de deficiencias que hacen incluso peligrosa la circulación. Baches, alcantarillas, árboles que invaden la red e incluso bordillos que caen sobre la misma y otras con el asfalto deteriorado o desgastado conforman una imagen sobre la que el Ajuntament de Palma quiere intervenir para mejorar la seguridad y calidad del servicio.