Empresarios y vecinos del Paseo Marítimo reclaman con urgencia la puesta en marcha de más plazas de aparcamiento mientras prosiguen las obras de remodelación de la zona. Además, se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de implantar la zona ORA para permitir una mayor rotación de vehículos.
Este mismo jueves se celebró una reunión entre la Autoritat Portuària de Balears (APB), el área de Urbanisme del Ajuntament de Palma, la Associació de Veïns del Passeig Marítim y la Asociación de Comerciantes e Industriales del Paseo Marítimo (ACOIPAM), donde los afectados por las obras expusieron la imperiosa necesidad de conseguir más plazas de aparcamientos hasta la inauguración de la reforma.
«Tenemos una necesidad muy grande de aparcamiento», insistió este jueves Manuel Jiménez, presidente de ACOIPAM, que pidió tanto a Urbanisme como a la APB, que lidera las obras, que «se hagan aparcamientos temporales en determinadas zonas de la parte central del Marítim mientras no se habiliten las partes ajardinadas y se acaben las obras». Jiménez advirtió que «es verdad que Cort ha presentado una propuesta de párking subterráneo en la plaza Mediterráneo pero creemos que tardará cinco o seis años, necesitamos una alternativa ya».
La contundencia con la que se expresó Jiménez va en la línea de la extrema preocupación que muestran los empresarios de la zona. Es el caso de Luis Recoveni, propietario del Mercat 1930, cuyo negocio se encuentra en el centro del Marítim. «Han ido muy rápido derribando el Social Club y ahora nos han dejado el puente, están pendientes de Patrimoni del Consell», ya que el edificio anexo está protegido.
Las obras y la falta de aparcamiento hacen mella en sus cuentas. «Nos ha bajado un 60 por ciento la facturación desde noviembre de 2022, cuando empezó la reforma y la gente dejó de venir. El mallorquín ha hecho la cruz al Passeig Marítim. Y mientras vemos que no hay aparcamientos cerca de nuestros negocios», cuenta desesperanzado Recoveni.
Entre los restauradores cunde cierto desaliento por la caída de la clientela y el miedo a que no se recupere la facturación una vez reabierto el Marítim. «Por eso pedimos ayudas. A este paso pocos negocios podrán sobrevivir», señaló el presidente de ACOIPAM.
La alternativa actual es el aparcamiento de CLH, pero no tiene mucho éxito. «El solar de Marivent está pésimamente señalizado, necesitamos más luz y más vigilancia», afirmó Jiménez, lo que provoca que «haya personas que no quieran dejar allí su vehículo». Además, los empresarios propusieron ayer en la reunión un tren eléctrico que conecte el solar de CLH con la Catedral «para que se convierta en una atracción familiar, para los residentes de Palma que quieran venir a tomar un vermut o una copa. Queremos que tenga el mismo atractivo que el tren de Sóller», explicó Jiménez, que, pese a todo, consideró que la reunión fue muy positiva.