PP y Vox consiguieron este jueves aprobar las nuevas ordenanzas fiscales que han pactado y en la comisión de pleno de Cuentas, Economía y Recursos Humanos escenificaron lo que sucederá en el pleno del próximo jueves: la alianza del equipo de gobierno y el grupo municipal de ultraderecha para reducir los impuestos y diseñar así las cuentas municipales del año que viene.
La nueva ordenanza fiscal contempla rebajas en el IBI a las familias numerosas. También se bajan los impuestos de plusvalías tras la venta de una vivienda, el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) cultural y social o el de Construcciones y Obras (ICIO), entre otras cuestiones.
La regidora de Hisenda,Funció Pública i Govern Interior, Mercedes Celeste, advirtió que «la ordenanza fiscal no baja impuestos sino que regulariza una mecánica de trabajo y beneficia a las familias». Y defendió la iniciativa de fraccionar los tributos: «Ayuda a que a las familias lleguen a final de mes».
Las nuevas ordenanzas fiscales contaron con la oposición frontal de todos los partidos de izquierdas. «Ustedes calculan que habrá un descenso de ingresos de 11 millones de euros y esto nos condiciona el futuro», señaló Lucía Muñoz, concejala de Podemos.
Por su parte, el portavoz socialista, Francisco Ducrós, advirtió que «esta modificación de la fiscalidad municipal solo llegará al 1 por ciento de la población. ¿A quién va dirigida esta bajada de impuestos? ¿Los servicios públicos serán atendidos? De momento ya se prevé una reducción de seis millones en el gasto corriente y de 14 millones en las inversiones. Es imposible que los técnicos avalen estas ordenanzas, es un disparate». Y advirtió que con la rebaja del IBI «a Vox le da absolutamente igual el problema de la vivienda».
Mientras tanto, Neus Truyol, de Més, aseguró que «no hay estudio de viabilidad económica ni estudio económico». Y criticó que en realidad se trata de «una rebaja para los ricos. Cuando hay rebajas fiscales, hay una bajada de ingresos y, por tanto, recortes de servicios públicos».
Ignacio Esteban concejal de Vox, defendió la nueva ordenanza de las críticas de la izquierda: «Las modificaciones del IBI o el de sucesiones afectan a todo el mundo, evidentemente al que tiene más».