El regidor de Medi Ambient, Llorenç Bauzá, pidió ayer a la ciudadanía más civismo y respeto para mantener Palma limpia: «El incivismo es creciente. Nosotros pondremos a disposición ciudadana todos los recursos humanos y materiales posibles, pero lo que pedimos a la gente es que sea más cívica». Paralelamente, las quejas ciudadanas por limpieza parecen haber disminuido, según el gerente de Emaya Llorenç Morey, quien señaló que «porcentualmente, son más bajas que el año pasado» y que reciben «entre 10.000 y 12.000 peticiones y quejas» relacionadas con sus servicios.
Ambos hicieron estas declaraciones durante la presentación de los nuevos vehículos de limpieza y recogida que la Empresa municipal ha incorporado a la flota, consistentes de nueve barredoras ligeras, una para cada distrito palmesano, y seis tractoras eléctricas de recogida selectiva móvil. «Muchas veces nos encontramos bolsas de basura alrededor de los contenedores, por eso las máquinas tractoras llevan cajas para recoger los desbordes», explicó Bauzá, «pero por dentro los contenedores suelen estar vacíos», recalcó. Además, criticó que «la gente a veces no hace un buen uso de las papeleras».
Sobre las zonas de actuación, apuntó que «no queremos que haya una Palma de primera y otra de segunda», aunque reconoció que «si que existen zonas de mayor afluencia como Platja de Palma y el centro», que puede que estén más cubiertas. En este sentido, Morey afirmó que están trabajando para mejorar los servicios «no solo en la zona centro, como se quejan, sino en el Eixample y las zonas más alejadas».
Asimismo, Bauzá también recordó que, con la nueva ordenanza cívica, «se incrementarán sanciones. Muchas pasarán de los 300 euros a, incluso, los 3.000, como pueden ser las pintadas vandálicas o el abandono de ciertos tipos de rechazo y voluminosas en la calle. El endurecimiento propuesto busca que la ciudadanía tenga una conducta adecuada en la ciudad».