Los vecinos del Coll d'en Rabassa piden que uno de los lugares más emblemáticos de la barriada sea reformado o habilitado con medidas de seguridad que lo hagan utilizable incluso para sus tradicionales fiestas estivales, que este año no pudieron llevarse a término. «Un día antes, nos prohibieron desde el Ajuntament de Palma poder hacer los actos programados allí», explica el presidente de la Associació Veïnal del Coll d'en Rabassa, Joan Forteza.
«Nos denegaron la autorización por motivos de seguridad, argumentando que sólo había una puerta de acceso en caso de tener que acceder los bomberos o una ambulancia y que se iba a juntar mucha gente, pudiendo ser peligroso», añade el dirigente vecinal, quien en nombre del colectivo reclama a Cort «que se rehabilite Torre d'en Pau o se dote de las medidas de seguridad que lo hagan transitable o apto para las fiestas populares del barrio. Es una pena que en un momento así no podamos hacer uso de este lugar por el que todos hemos pasado desde niños», prosigue Forteza.
Definen desde la asociación vecinal, y tras lo sucedido días atrás, como un parque «inseguro» Torre d'en Pau, un recinto fortificado rodeado por un profundo foso, con desniveles importantes en su interior, en especial en los accesos a las pistas polideportivas, uno de los cuales se encuentra cerrado en la actualidad. Junto a ellos, se hallan varios espacios de juegos infantiles.
«Pedimos que se cierre o que se dote de medidas de seguridad», asegura en firme Joan Forteza, quien propone la habilitación de nuevos accesos que hagan más asequible la entrada de vehículos de emergencia en el conocido fortín del siglo XIV, cuando se hallan los primeros indicios de edificación defensiva con una torre que fue evolucionando en diferentes etapas hasta el trazado actual, a finales del siglo XIX, uniéndose al entramado de infraestructuras que velaban por la seguridad del arco de la Bahía de Palma, junto a las de Illetes, Cap Enderrocat o Sant Carles.