El Ajuntament de Palma ha impuesto una multa de 200.000 euros a un edificio ubicado en la calle Pare Guillem Vives, más concretamente en su número 24, en el barrio de Foners. La sanción se deriva al dedicarse ese edificio en cuestión al alquiler turístico sin licencia. El Consistorio ha iniciado un expediente sancionador por infracción urbanística de siete pisos de dos a tres dormitorios, que cuenta con 46 plazas y se comercializa bajo el nombre de Can Pere Antoni Apartamentos, que está a nombre de la sociedad limnitada . Se trata de uno de los tres edificios del mismo propietario que se comercializan en Booking sin licencia.
El regidor de Urbanisme, Óscar Fidalgo, señaló que se han iniciado procedimientos en dos de los edificios de esta empresa por su uso residencial turístico. Mientras algunos nos acusan de inactividad, los procesos administrativos siguen su curso. Nos gustaría ser más rápidos pero seguimos los plazos de la ley». Fidalgo señaló que «si prosiguen con la actividad, se sancionará con 200.000 euros cada dos meses hasta un máximo de 14 sanciones. A partir de entonces ya se podrá clausurar la actividad».
Javier Sánchez Arco es el administrador de la empresa que gestiona este edificio, que se dedica al alquiler turístico ilegal. Sin embargo, no es la única iniciativa que opera sin licencia. También es el administrador de Alfonso el Magnánimo Developments, que comercializa un edificio ubicado en la calle Aragón número 87, con doce pisos y un total de 72 plazas.
El tercer edificio que comercializa bajo la denominación Toros Apartamentos, ubicada en la calle Gaspar Bennazar 26 cuenta con la sociedad del Grupo Jayda Inversiones detrás, cuyo titular vuelve a ser Sánchez Arco. En este caso cuenta con diez apartamentos y un total de 56 plazas.
Fidalgo señaló que «el departamento de Urbanisme está en conversaciones con el Consell en materia de alquiler turístico. Además, estamos a la espera de poner en marcha la Oficina de la Vivienda, donde se luchará contra el alquiler turístico». Por otro lado, al edificio sancionado acumula un buen número de críticas por la suciedad y el mal estado de sus apartamentos: «Nos estafaron, hasta el punto de que Booking penalizó a la propietaria y nos devolvieron dinero. El peor alojamiento de nuestra vida».