Nuevo atractivo turístico, aunque de forma momentánea, en Palma. El torrente de Sa Riera ha amanecido este miércoles con un color de agua turquesa, lo que indudablemente ha recordado a muchos al característico tono del Caribe. Además, sumado a la vegetación instalada en la zona, un regalo del Grup Serra a la ciudad, ha dejado varias imágenes muy bonitas, lo que ha encandilado a varias personas que han paseado de buena mañana por los alrededores del torrente.
Este fenómeno no contiene ningún tipo de contaminante en sus aguas, por lo que puede ser vertida al mar. Por otra parte, el líquido que procede de pozos es tratado en la planta que tiene Emaya en Son Tugores. Se le quita la sal para que el fluido que sale del grifo tenga mejor sabor. Ese agua salada que se elimina es la que ha pasado este miércoles por el torrente de sa Riera para, posteriormente, ser abocada al mar.
Sin embargo, este color aturquesado solo se adquiere en ciertas circunstancias si se da la coincidencia de que haya algas en el lecho del torrente o unas temperaturas muy elevadas, como ha sucedido estos últimos días. Esta es la respuesta a la del color misterioso de la imagen que se ha podido disfrutar en el centro de Palma y en la que muchos curiosos han querido inmortalizar.