Los jubilados del club para personas mayores de Son Cladera se han dado cita a las 19.00 horas para manifestarse y dejar claro que se niegan a abandonar el local donde desarrollan sus actividades, situado en la calle del Canonge Antoni Sancho, 1.
Cerca de un centenar de personas han acudido a la convocatoria para realizar un recorrido que ha comenzado en la calle Cala Mondragó y que ha dado la vuelta a la manzana hasta llegar de nuevo al punto de partida. Los jubilados y vecinos del barrio han estado acompañados de una batucada que ha sonado durante la ruta.
«Somos mayores, no tontos», «Fundació Sa Nostra: ¿Os importan las personas mayores», «Los mayores queremos negociar, sa Nostra nos quiere desahuciar», son algunos de las frases que se han podido leer en las pancartas que llevaban los manifestantes. Agentes de la Policía Nacional y la Policía Local, han velado por la seguridad durante el transcurso de una manifestación que ha estado marcada por el grito de «No hay excusa, de los mayores no se abusa».
Al finalizar el recorrido, la presidenta de la Junta directiva, Yusmely Coronado ha leído un manifiesto en el que ha expuesto la postura de la asociación: «Queremos negociar con el banco el tema de la deuda y explicar que estamos dispuestos a compartir espacios, que se pueda crear un comedor social y que la planta de arriba la utilicen los músicos, que ya la están usando, a cambio de ayudar con los gastos; pero de momento el banco se niega», ha dicho Coronado.
«No queremos abandonar el local y dejar tirados a esos más de 200 socios, queremos negociar aunque pesa sobre nosotros esa orden judicial de desahucio. Tenemos la esperanza de que el sentido común prospere y esté por encima de los intereses económicos que puede haber por parte de la propiedad», ha añadido.
El pasado 25 de marzo, la asociación recibió una orden de desahucio para desalojar el inmueble por una deuda acumulada de más de 30.000 euros que había dejado a deber la Junta anterior. Dicho desahucio tendría que haber sucedido el pasado 23 de abril. Sin embargo, el abogado que defiende a los mayores, Francisco Fernández, presentó un recurso de oposición para no hacerlo efectivo y ahora el club de tiempo libre está pendiente de un juicio, que se celebrará el próximo 13 de mayo.