Gènova se ha quedado sin una de sus casas más antiguas, Miralmar, una casa de 1926 con gran presencia y carácter, situada en la calle Rector Vives del barrio de Gènova. Así lo denunció este miércoles ARCA, que remachó: «A la vergonzosa pérdida del edificio, hemos de añadir la del interesante jardín escalonado que había». «Perdemos el barrio de Gènova por no existir un plan urbanístico apropiado y un catálogo que no ha sido revisado de forma exhaustiva» , indicó la entidad.
La asociación hace años que solicita una ampliación suficiente del catálogo de elementos patrimoniales. Concretamente, en febrero de 2022 se había pedido la catalogación de muchos inmuebles en Palma y una revisión exhaustiva del catálogo, dentro de las alegaciones a la aprobación inicial del nuevo PGOU, ya que se habían detectado importante carencias.
Barrio muy afectado
El barrio de Gènova es una de las barriadas que más pérdidas de edificios singulares y originales ha sufrido durante los últimos años. ARCA ya lo había denunciado en otra ocasiones y no se ha puesto remedio. En este sentido, la asociación asegura «solo nos queda lamentar una gestión insatisfactoria de nuestro patrimonio dentro de unos planes urbanísticos que permiten un aprovechamiento excesivo o unos planes especiales obsoletos con criterios antiguos que no se han sabido paralizar». Esta doble circunstancia, advierte la asociación, «continúa favoreciendo la sustitución de los inmuebles originales y la desaparición de la huella de la historia».
La calle Rector Vives, donde se ubicaba Miralmar y desde donde se contempla una panorámica excepcional de la bahía, ha sufrido la pérdida de otros edificios, entre ellos la casa de Manuel de Falla, que acogió unos meses al célebre músico, donde compuso importantes obras. Por ello, ARCA señala que «Gènova no merece este tratamiento. El catálogo de elementos de valor patrimonial continua siendo insuficiente en toda Palma y la llegada de dinero especialmente dedicado a viviendas familiares de lujo esta provocando pérdidas dolorosas». En este sentido ARCA indica que, «la autenticidad, la historia y el paisaje siempre están en último término, detrás la ambición y la especulación. Los intereses particulares no pueden triunfar sobre el general».
Catálogo insuficiente
La entidad considera que «el catálogo de edificios protegidos no puede estar lleno de agujeros. Se tiene que revisar cada barriada exhaustivamente, solo así tendremos una herramienta de protección real y completa». Y al respecto de la actuación municipal añade: «Resulta peligroso que el esfuerzo de la ciudadanía por presentar alegaciones no haya sido atendido con sensibilidad por el patrimonio. Esta demolición se podía haber evitado, ya que ARCA había advertido sobre su singularidad un año antes de haberse concedido la licencia, el 17 de enero de 2023, antes del cambio de gobierno municipal».