Pese a que siguen quedando gasolineras dentro del núcleo urbano de Palma, y pese a que algunas (Avingudes o Plaça Progrés) pelean con la administración para seguir en pie y evitar su cierre, los pequeños surtidores que formaban parte del paisaje de algunas vías y plazas de la capital mallorquina siguen todavía en el recuerdo de los usuarios habituales y los vecinos. E incluso algunos mantienen en pie parte del mobiliario.
Actualmente se encuentran sellados sus depósitos y surtidores -los que resisten- con el fin de preservar la seguridad del espacio y de los vecinos, motivo que, por ejemplo, aceleró en su día el cierre de la popular estación de servicio ubicada cerca de la confluencia de Sant Miquel y Avingudes.
Un expediente iniciado por el Ajuntament de Palma entre 2019 y 2020 concluyó en 2022 con el cierre definitivo de estos servicios, desmantelando los últimos en activo, como el citado de Sant Miquel o el de la calle Benito Pons, próximo a la barriada de La Soledad. En estos dos últimos todavía se puede observar en pie el letrero de la compañía petrolera e, incluso en uno de ellos el surtidor todavía en su lugar.
Estos dos son algunos de aquellos emblemáticos establecimientos que daban servicio a los conductores antes de que grandes estaciones se construyeran en la periferia de Palma, en zonas como Sant Ferran, Andrea Doria o cerca del Conservatorio, próximas al centro de la capital mallorquina.
Las plazas Fleming, Miquel Dolç (antes Teniente Coronel Franco), García i Orell (Las Columnas), y no muy lejos de allí en la calle General Ricardo Ortega, también contaban con estos singulares y solicitados surtidores de gasolina que hoy, por desgracia y en la mayoría de los casos, ya quedan atrás en el tiempo, dejando paso a gasolineras convertidas en punto de múltiples servicios como tienda, supermercado o lavado de coches.