La Asociación para la Rehabilitación de los Centros Antiguos (ARCA) ha lanzado 'Una aproximación al arquitecto Guillem Forteza', un libro en el que se expone su obra a través de 130 fotografías de los edificios que construyó o reformó. La presentación del trabajo al público, y su venta de ejemplares, será este miércoles a las 19.00 horas en la sede de la entidad, en la calle Can Oliva.
El libro nace a raíz de una exposición que hizo ARCA sobre el autor a la que se le ha dado continuidad. En el trabajo han participado las historiadoras Concha Gallego y Encarna Romero y el fotógrafo Benet Bohigas, así como ha contado con financiación de la Fundación de Caixa Colonya.
«Guillem Forteza es una arquitecto que es sobre todo conocido por ser el arquitecto de las escuelas», explica la vicepresidenta de ARCA, Àngels Fermoselle. Y es que, Forteza estuvo contratado por el Estado para construir escuelas rurales desde la época de la dictadura de Primo de Rivera, vivió 51 años y trabajó también para la Republica y posteriormente para el régimen franquista. «Hizo edificios de todo tipo: privados plurifamiliares, privados unifamiliares, iglesias, ornamentos religiosos, hospitales, hoteles y palacios», dice Fermeselle.
A través de las páginas del libro se puede conocer la evolución del arquitecto, que en su corta vida pasó por muchas etapas estilísticas. «Estudió en Barcelona y acabo la carrera en 1917. Estaba impregnado del novecentismo catalán, como se ve en La Casa del Pueblo», expone Gallego. «Después empezó a estudiar cuáles eran las raíces de la arquitectura mallorquina, se fue fijando en las possesions e iglesias y fue adaptándolas a los estilos gótico y renacentista, como en la iglesia de las Religiosas Reparadoras», continúa.
«Más tarde se decantó por los modelos italianos. A partir de 1922 se incorpora a su despacho un arquitecto europeo, Karl Hack, que le ayuda a entrar en el movimiento moderno, como se puede ver en obras como el santuario de Caubet», donde predominan los espacios grandes, con mucha ventilación y poca decoración, «todo mucho más funcional», explica Gallego.
Un aspecto que ha llamado la atención a los autores del libro durante la elaboración del mismo es la obsesión de Forteza por el número tres: «Haciendo las fotos me di cuenta de que siempre encontraba en los edificios tres ventanas o tres arcos», narra Bohigas. «A veces parecía que no, pero luego le dabas la vuelta al edificio y en una esquina encontrabas a lo mejor tres arcos o había tres fachadas iguales y una diferente», añade. Sobre el significado del número, admite que no saben cuál es, aunque «puede que sea religioso».
El objetivo final de esta publicación es dar a conocer la magnitud e importancia de la huella que dejó Forteza en la arquitectura de Mallorca, ya que aunque se conocen 130 escuelas construidas por él la historiadora Encarna Romero estima que existen unos 2.000 proyectos a su nombre. Entre sus obras en Palma destacan el edificio del antiguo cine Avinguda, el de Nueva Imprenta Balear, el de Casa Vila, el de Teixitis Casals, la escuela de la Soledat o Marivent.
Asimismo, ARCA y sus colaboradores subrayan que el libro no solo busca difundir sino mostrar un punto crítico en relación al estado de algunos de los edificios del arquitecto. Opinan que existen tres en concreto que muestran un avanzado abandono: la escuela rural de s'Espinagar, en Manacor; s'Escorxador de Algaida; y el Mercat de Pere Garau. En este último se ha realizado una intervención que en palabras de Fermosselle es «demencial»: «Se han destruido los tejados originales para poner unos paneles prefabricados como si fuera una fábrica».