Con una singular pancarta ubicada en el balcón de una de las viviendas ubicadas en la calle Bastió d'en Berard, en la barriada palmesana de sa Calatrava, se plasma el malestar y las quejas de los residentes hacia los establecimientos hoteleros de lujo surgidos a lo largo de los últimos años en ese rincón de la capital mallorquina. En este punto en concreto, se concentran contra el hotel El Llorenç Parc de la Mar. Y en este caso puntual, queda patente ese descontento con la inscripción «Fora hotel-Taura Arruix», refiriéndose al negocio en cuestión, y a la vez al famoso cocinero mallorquín Santi Taura, cuya oferta gastronómica es parte de la oferta del establecimiento de lujo edificado en Dalt Murada con dos conceptos: Dins y Urbà.
Las quejas de los vecinos se centran, además de en la intensa circulación que el hotel El Llorenç Parc de la Mar y el resto de establecimientos generan en la zona de la plaza Llorenç Villalonga (taxis, mercancías...), en el espacio que se concentra en la parte trasera de este hotel en particular, donde se halla otro acceso destinado prioritariamente a proveedores, donde dejan constancia de ruidos y molestias, incluso en ocasiones en horario nocturno, que han provocado esta reacción por parte de los vecinos, cansados especialmente de algunas actitudes y actividades por parte de estos establecimientos de manera más notable en temporada alta turística y en espacios como la parte superior de los mismos, donde se ubica una porción de esta oferta de restauración y ocio.
Denuncian los vecinos, además, que el volumen de tráfico rodado que generan estos hoteles en la zona de Dalt Murada ha afectado a la superfície y el mobiliario urbano de la barriada, además de dificultar en ocasiones la circulación en bicicleta o a pie por algunos de esos espacios de la zona de sa Calatrava.