El 3 de septiembre de 1523 se decretó que la reliquia de Sant Sebastià se quedara en Palma. Cinco siglos después, y continuando con la celebración de este aniversario, la Catedral de Mallorca ha organizado para mañana, a las 19.00 horas, una conferencia por parte del cronista de la ciudad, Bartomeu Bestard, en la que desgranará la historia y la devoción del santo en Ciutat.
Se trata del acto inaugural de una exposición que se instalará en la capilla de Sant Sebastià, donde se podrán contemplar varios bienes culturales y litúrgicos relacionados con este santo y su devoción. Y todo ello a las puertas de la celebración de las fiestas de Sant Sebastià en Palma.
Ha sido un año de celebraciones por los cinco siglos de la reliquia en Palma. El 3 de septiembre del año pasado se conmemoró el quinto centenario de la llegada de esta pieza, que se conserva en la Sala Capitular Barroca del Museo de la Catedral.
La reliquia llegó a Palma de manos del arcediano de la ciudad de Rodas, Manuel Surianiesgui, que huía de los ataques de los turcos. Su idea era llegar a la Península, pero recaló antes en la Isla, que estaba asediada por la peste. Tras unos días de escala, Surianesgui intentó partir con la reliquia pero un temporal lo impidió. Como la epidemia de peste empezó a remitir, se decidió conservar en Palma la reliquia. Un acta firmada en 1523 da cuenta de la cesión a la ciudad.
En 1540 el argentero Francesc Quintana, junto con el ofrero de la cofradía de Sant Sebastià, Antoni Solivella, acuerdan la realización de la peana octogonal de plata para la reliquia. Varias moduras le dan forma piramidal decorada con pináculos y gárgolas, motivos propios de los argenteros mallorquines del siglo XVI.