Hasta ahora, el ansiado Instituto de Educación Secundaria de Son Ferriol estaba pendiente solo de un solar de unmetro que acaba de expropiar el Ajuntament de Palma. Era la pequeña pieza del puzzle que faltaba para completar el solar necesario y así construir el edificio y el vial que lo comunicaría con la vía de cintura.
Fuentes del Consistorio señalaron que, tras conseguirlo, ahora el Consell de Mallorca debe «proceder a la desafección de ese vial, un acceso que irá pegado al hospital de Son Llàtzer, y luego aprobarlo en el pleno insular». Desde Cort advierten que la dotación de servicios se podría lleva a cabo al mismo tiempo que se construye el instituto.
Los vecinos recuerdan que llevan treinta años esperando el centro pese a que ya se contaba con un solar municipal, aunque el Institut Balear d'Infraestructures i Serveis Educatius (IBISEC) «no ha querido recepcionarlo hasta que esté urbanizado», según fuentes de la Associació de Pares i Mares (Apima) del CEIP Son Ferriol, que advierten que una vez que la Conselleria d'Educació se haga cargo del solar, podrá empezarse a construir el instituto. «Siempre han evitado dar una fecha de inauguración pero desde que se empiece a levantar hasta que se inaugure pasarán 18 meses», cuentan desde la Apima.
Mientras tanto, nada más cumplir los doce años, los estudiantes de Son Ferriol tienen que coger el autobús para ir a otros centros de educación secundaria. La mayoría tienen que ‘emigrar' a otros insitutos como el de Sant Marçal, en Marratxí, que está saturado. «Se construyó con una capacidad para 450 alumnos y ahora cuenta con más de 700», advierten.
Sin transporte
Los estudiantes también tienen que dispersarse por otros centros: IES Joan Maria Thomàs, Son Pax, Madina Mayurqa y Josep Maria Llompart. Y tienen que hacerlo sin que haya transporte público que los conecte, sino con un autobús. «Pero algunos días hay alumnos que se quedan tirados porque no hay plazas suficientes», denuncian desde la Apima.
«Son Ferriol ha crecido muchísimo en los últimos años y al colegio público también acuden niños de Sant Jordi y s'Hostalot», afirman desde la Apima. A esto se suman los que provienen de urbanizaciones como Son Prunés o Son Gayà. Todos ellos se ven afectados por la carencia de un instituto de Secundaria en las inmediaciones. Los padres que hoy se están movilizando por sus hijos son, a su vez, antiguos alumnos que en su momento tuvieron que irse a otros núcleos para continuar con sus estudios.