Ni un paso atrás en la lucha para que el catalán no tenga ventajas dentro del Ajuntament de Palma. Vox ha pospuesto su iniciativa para que los trabajadores del consistorio, que no están de cara al público, se ahorren el requisito del catalán. En el último pleno llevaron una moción que, en su tercer punto, recogía esta iniciativa pero decayó y no se votó. Lejos de renunciar a la eliminación del requisito, ahora explican que volverán a llevarlo a la siguiente sesión a finales de este mes.
En realidad, aseguran, se admitieron dos transacciones del PP para los puntos anteriores y, a su vez, aceptaron su condición de estudiar cuáles serian los puestos de trabajo afectados. De esta manera, Vox expone que presentará de nuevo su propuesta de suprimir el requisito de presentar una titulación de catalán para acceder a la función pública municipal en todos los puestos que no sean de atención directa y presencial a la ciudadanía, a la espera de que el PP analice a quiénes afectaría.
El partido de extrema derecha argumenta que según el Tribunal Constitucional, deben preservar el uso normal de las lenguas cooficiales prohibiendo medidas excluyentes que impliquen su desequilibro. Obvian, eso sí, la normativa autonómica que promueve el uso del catalán al considerarse su uso en una posición inferior.
En cualquier caso, en este sentido, Vox también quiere dejar claro «que no tiene nada en contra del catalán, todo lo contrario», rezaba un comunicado. Buscan «algo tan necesario como es la igualdad en el uso de ambas lenguas, es decir, hacer efectivo el uso normal y oficial del catalán y el castellano en el ámbito oficial y en el administrativo». De salir la moción adelante, saber catalán será un mérito, no un requisito.