Vecinos del barrio de Sant Jaume han mostrado su malestar por la proliferación de pintadas vandálicas en las fachadas de los edificios de la zona. Los residentes recopilan imágenes de todos los grafitis y advierten que «esto es un no parar. Si quieres arreglar el estropicio de los vándalos, tienes que pagar tú. Si el edificio es catalogado, y aquí en esta zona casi todos lo son, necesitas pedir un informe previo para poder limpiar la fachada», cuenta una residente de la zona.
Los vecinos se han llegado a plantear instalar cámaras para tener vigiladas sus fachadas y así poder identificar a los grafiteros. «Estamos viendo cómo se rehabilitan edificios históricos que, a las 24 horas de arreglarse, ya tienen pintadas», afirman. Y al mismo tiempo critican que «aunque el anterior Consistorio ha puesto en marcha tarifas muy económicas para eliminar las pintadas [dos euros el metro cuadrado], no entendemos porqué tenemos que pagarlo de nuestro bolsillo».
El alcalde de Palma, Jaime Martínez, ya ha anunciado medidas más contundentes contra aquellos que lleven a cabo pintadas vandálicas en edificios catalogados, llevando a cabo una «persecución penal» incluso. Según la portavoz de ARCA, Àngels Fermoselle, «el mensaje desde nuestra entidad siempre ha sido y seguirá siendo el mismo: la mejor solución para luchar contra las pintadas vandálicas es limpiarlas de inmediato porque el ego del vándalo así no sigue creciendo y no le compensa ensuciar si al cabo de pocos días ya está limpio».
Mientras tanto, la pasada semana la Fundación Forteza-Rey anunció una campaña de limpieza de parte de los muros del convento de Santa Magdalena. Para completar la tarea de restauración, ha solicitado la colaboración de la sociedad civil.