El Ajuntament de Palma ha aprobado definitivamente, con los votos favorables del Pacte y los desfavorables de la oposición la parte estructural, la teoría, del Plan General y aplaza la ratificación del texto detallado, que especifica las calificaciones y usos concretos de cada solar, para después de las elecciones. Durante todo el debate se ha recordado esta aprobación parcial, que ha sido calificada por la bancada de la derecha de «ilegal», insinuando futuras denuncias por prevaricación y recursos, y de «ejercicio de responsabilidad» por parte del equipo de Gobierno.
Los argumentos de los partidos no han diferido mucho de los expuestos en los últimos meses, el Pacte, a través de la promotora del documento, la regidora de Model de Ciutat, Neus Truyol, ha calificado la medida de «histórica» ya que el PGOU, que define el urbanismo del municipio para los próximos 20 años, reduce a la mitad la superficie que puede ser urbanizada, 280 hectáreas, respecto a la anterior ordenación de 1998, cuando se autorizaba la construcción en 494 hectáreas, entre otras cuestiones.
Asimismo el texto, ha recordado Truyol, proyecta en el municipio casi 10.000 viviendas sociales nuevas, multiplicando por 6 el parque actual, e incrementa el suelo rústico protegido en 2.205 hectáreas. También ha destacado la regidora que el modelo que propone «es más eficiente y más proteccionista con el territorio» y ha señalado que, apostando por la densidad, «con menos recursos se consiguen más soluciones».
Por su parte, desde la oposición han criticado la citada aprobación del plan por partes, la portavoz del PP, Mercedes Celeste ha pedido hasta en dos ocasiones que se suspenda el pleno «para no hacernos partícipes de la irresponsabilidad política» de ratificarlo, y han augurado un colapso del departamento d'Urbanisme, al estar vigente dos planes detallados. Asimismo han cuestionado la falta de informes vinculantes y estudios que avalen el documento urbanístico y han calificado los plazos de «electoralistas».
En este sentido , Celeste, ha apuntado que las cifras sobre las que se sustenta el PGOU «son irreales», que su filosofía «antepone los intereses partidistas al beneficio de los ciudadanos» y que no soluciona «los problemas reales del municipio». Por su parte, la portavoz de Ciudadanos, Eva Pomar, ha lamentado «el sectarismo» del documento mientras que el de Vox, Fulgencio Coll, ha cuestionado «la falta de participación ciudadana y de las entidades en su elaboración» y ha destacado que el plan «no es el que Palma necesita» .