El equipo de gobierno del Ajuntament de Palma sigue dando pasos en la tramitación del plan general de Palma y ayer escenificó su intención de aprobar la parte estructural en el pleno extraordinario del próximo viernes entre las quejas de la oposición, que criticaron la falta de participación ciudadana en su elaboración, su carácter ideológico, la ausencia de estudios económicos fiables y la inseguridad jurídica que generará su tramitación por partes.
Cabe recordar que el Pacte de Cort tiene intención de aprobar esta semana el documento estructural del PGOU, que define las grandes líneas y filosofía del urbanismo que se desarrollará en Ciutat durante los próximos 20 años y que aplazará, hasta después de las elecciones, la ratificación del plan de ordenación detallado, que especifica los usos más concretos en cada parcela y solar del municipio. Esta tramitación por fases genera dudas entre la bancada de la oposición, que augura un colapso en el departamento de Urbanisme y retrasos en las licencias hasta que se apruebe el plan detallado, paso que, por normativa, debe hacerse antes del mes de noviembre.
En este sentido, la propia regidora de Model de Ciutat, Neus Truyol, descartó que el proceso vaya a generar confusión normativa ya que, señaló, «al mismo tiempo que la parte estructural se aprobará una disposición transitoria que especifica que puntos de la normativa vigente, la de 1998, queda derogada y cual seguirá aplicando hasta la ratificación definitiva, y en su totalidad, del nuevo PGOU.
Truyol, que dada la trascendencia del documento había pedido el apoyo de todos los partidos del Consistorio, lamentó el rechazo de las formaciones de centro-derecha. «No apoyan el nuevo plan general por electoralismo. La oposición ha criticado el documento pero, en ningún momento, ha explicado cual es su modelo de ciudad», aseguró la regidora.
La portavoz de Ciudadanos en el Consistorio, Eva Pomar, destacó que la reordenación urbanística en Palma «es necesaria» pero criticó las prisas con las que se ha redactado la nueva ordenación y que no soluciona uno de los principales problemas del municipio «como es el de la falta de vivienda». Por su parte, Fulgencio Coll, de Vox denunció que no proyecta «bastante suelo para poder construir» y que esto producirá un encarecimiento del mercado y un déficit de viviendas sociales, mientras que desde el PP, Mercedes Celeste, calificó la futura ordenación de «poco realista». La portavoz ‘popular' previó que la normativa «complicará la vida» a los ciudadanos que soliciten alguna licencia y criticó que el Pacte pida consenso «sin dar tiempo a las partes a analizar el contenido».
El apunte
El texto proyecta casi 10.000 viviendas sociales en Palma
El futuro plan general de Palma reduce casi a la mitad el suelo urbanizable del municipio, 280 hectáreas, respecto a la anterior ordenación, cuando se podía construir en 494 hectáreas. Asimismo, según se destaca desde el área d’Urbanisme, el documento incrementa el suelo rústico protegido en 2.205 hectáreas y proyecta en el municipio casi 10.000 viviendas sociales nuevas, multiplicando por 6,5 el parque actual. Tanto es así que una de cada tres nuevas viviendas serán protegidas.