El megacrucero Symphony of the Seas de la compañía Royal Caribbean y perteneciente a la clase Oasis, la más grande del mundo, ha iniciado este lunes su temporada en Palma. Con una capacidad para 5.518 cruceristas ampliables a 6.680 y con 2.200 tripulantes, visitará Mallorca cada semana hasta sumar alrededor de 30 escalas, hasta el mes de noviembre próximo. Su continuada presencia supondrá a lo largo de este año un flujo de unos 150.000 turistas internacionales. El itinerario del Symphony of the Seas incluye visitas a Marsella, La Spezia, Civitavecchia, Nápoles y Barcelona, y se ofrece a tarifas muy rebajadas en la modalidad de todo incluido.
Este buque, concebido como un gigantesco resort en el mar, cuenta al igual que sus hermanos de serie con unas instalaciones únicas en este sector. Así, los pasajeros disponen a bordo de una calle ajardinada a cielo abierto con más de doce mil plantas, una galería comercial de más de 120 metros bordeada de bares y restaurantes, y un conjunto de suites en loft de dos plantas a más de 50 metros de altura. También cuenta con un parque y tobogán acuático, una sala de espectáculos de 1.400 plazas, un anfiteatro exterior, una pista de patinaje sobre hielo y dos paredes de escalada. Otra particularidad son sus camarotes con balcón al interior.
Con 228.000 toneladas de registro y 262 metros de eslora por 62 de manga máxima, su estructura equivale en altura a un edificio de 20 plantas. Pese a sus descomunales proporciones (equivalente a tres catedrales) alcanza una velocidad de 22 nudos propulsado por motores híbridos diésel eléctricos. De mayor eficiencia energética y con un 25 por ciento de ahorro de carburante que sus hermanos de serie, genera 85 megawatios. Fue construido en los célebres astilleros de Saint Nazaire (Francia) en 2018.