Los empresarios del Paseo Marítimo están esperando a la Semana Santa como agua de mayo para tomar decisiones. De momento, reconocen que la cosa no pinta bien y es que además de la caída de la facturación, advierten que hay taxis que ya no quieren pasar por la zona. Ya hay negocios que plantean acogerse al ERTE temporal, tal y como les ha ofrecido el conseller de Turisme i Treball, Iago Negueruela, a los empresarios del Marítimo.
También barajan pedir «indemnizaciones por lucro cesante. Es muy pronto todavía para saber realmente quién las pedirá. Las obras se iniciaron en temporada baja, pero veremos en Semana Santa», dice Manuel Jiménez, presidente de la Asociación de Comerciantes del Paseo Marítimo (ACOIPAM). Jiménez advirtió que «estamos intentando salvar el mayor número de empresas y conseguirles las ayudas que tienen que tramitar ellos. Pero tienen que ponerse en contacto con nuestro equipo de abogados».
El presidente de la asociación lamenta que «el aparcamiento disuasorio de CLH está vacío aunque tenemos tres estaciones de Bicipalma en Marqués de la Cènia, s'Aigo Dolça y la Estación Meteorológica. Tenemos una comunicación constante con la Autoritat Portuària de Balears. Estamos en lo peor de las obras, con ruido y metiendo tuberías, pero esperemos que vaya todo a mejor».
El representante de los empresarios de la zona reconoce que «hay negocios que lo van a pasar muy mal y los habrá que no puedan aguantar». Uno de esos negocios que ha decidido adaptar su oferta para atraer clientes es el Amarre Club, cercano a Portopí. Pablo Durán, propietario del negocio, señaló que «el pasado viernes inauguramos el restaurante que dirige Sergio Seoane, que fue chef del Jumeirah Port Sóller». Antes de las copas, elaboran sushi de alto nivel, enfocado a la nueva clientela que espera en el Marítim. Es una solución a la que han recurrido los empresarios para salvar el periodo de obras.
Sin embargo, los taxis parecen no ayudar. Jiménez advierte que «hemos oído que hay taxistas que no quieren venir al Marítimo. Es un servicio público y vamos a ser muy duros. No podemos perder clientes por los taxistas». Por su parte, Toni Bauzà, presidente de la Agrupación Empresarial del Auto-Taxi y Auto-turismo de Balears, señaló que «si hay un cliente que nos llama al Paseo Marítimo, por supuesto que le responderemos. Pero si podemos evitar ir cuando tenemos el cartel de Libre... Pasar por ahí es un conflicto». Bauzà señala que si está libre «me iré por Joan Miró a captar clientes porque por el otro lado estará atascado, es conflictivo».
Gabriel Moragues, presidente de la Asociación de Autónomos del Taxi en Mallorca, niega que los taxistas no quieran pasar por el Marítimo: «Que hay algunos que les sabe mal, sí y que se lía parda cuando hay atascos, es cierto. Puede ocurrir que muchos compañeros se nieguen a pasar porque necesitan una hora para cruzarlo. Pero ahora mismo no creo que haya atascos tan grandes como para no prestar servicio». Por otro lado, la APB ha revisado los cargas y descargas del lado tierra, de mercaderías y pasajeros, y se ha mejorado la ubicación y señalización de las tres paradas de taxi de la zona.