Las multas por el abandono de basura y trastos en Palma se han incrementado un 19,82 % en 2022, respecto al ejercicio anterior, según han informado desde Emaya. En concreto, en el año 2021 se interpusieron 580 sanciones, mientras que en el ejercicio siguiente fueron 695. Fuentes autorizadas de la citada empresa municipal han explicado que no las tienen descifradas por el tipo de infracciones. En general, se trata de bolsas de basura fuera de los contenedores, trastos en la calle en los días no habilitados para ello o electrodomésticos; estos últimos no se pueden dejar en la vía pública en ningún caso.
Desde Emaya han atribuido este incremento de sanciones relacionadas con el tratamiento incorrecto de los residuos, «especialmente, a las campañas conjuntas con la Policía Local de Palma, la mayoría de ellas en los polígonos y en puntos en los que ha habido una denuncia o aviso previo». Además, han recordado que la empresa municipal cuenta con un servicio de inspección ambiental que vigila el cumplimiento de las ordenanzas municipales.
Precisamente por lo citado con anterioridad, las zonas de la capital balear en las que se han detectado más infracciones vinculadas con los residuos son los polígonos, ya que en 2022 «se ha trabajado mucho en ellos; en el resto de la ciudad están muy repartidas las sanciones. La implantación de la recogida puerta a puerta en las empresas ubicadas en los polígonos industriales ha ido acompañada de más vigilancia». No obstante, la mitad de las multas son impuestas a particulares y la otra mitad a empresas. En relación a la gravedad de las infracciones, la mayoría son de carácter leve y la cuantía asciende entre los 30 y los 750 euros; estas se pueden sustituir por cursos de formación. En el caso de las graves, la horquilla va desde los 750 a los 1.500 euros; mientras que las muy graves pueden llegar hasta los 3.000 euros.
¿Cómo detentar las infracciones?
Interponer una sanción por una infracción relacionada con la basura no es fácil, ya que se tiene demostrar; es muy difícil que los incívicos la cometan ante la presencia de un policía local o de un inspector de Emaya. Lo que hacen para poder multar es «buscar en las cajas o bolsas indicios del responsable: etiquetas, direcciones, una carta, factura...». Cabe precisar que los inspectores de la citada empresa municipal no tienen competencias para interponer la sanción, pero sí pueden levantar un acta que, posteriormente, debe ratificar un funcionario municipal. «Por eso, para agilizar, se hacen semanalmente brigadas conjuntas en puntos conflictivos: lugares donde ha habido una denuncia ciudadana, polígonos, etc.», han precisado fuentes autorizadas.
El presidente de Emaya, Ramon Perpinyà, ha declarado que «la limpieza y la correcta gestión de los residuos es una responsabilidad compartida entre el Ajuntament, Emaya y la ciudadanía. Todos debemos poner de nuestra parte para no ensuciar la ciudad y tirar los residuos donde corresponde, cada uno en su contenedor, a la hora y el día que toca. Si no lo hacemos así, ensuciamos la ciudad, impedimos el reciclaje e incumplimos las ordenanzas municipales; por lo que se nos puede sancionar». En este sentido, ha destacado que «la lucha contra el incivismo es una prioridad para Emaya y para el Ajuntament de Palma». Por ello, ha argumentado que «se debe combatir con información, educación y, también, con sanciones para los que no respetan las normas de convivencia, respeto a los vecinos y al medio amiente».