El uso de las nuevas tecnologías y la proliferación de los terminales móviles las habían convertido en cadáveres urbanos, sin actividad ni función, y en objetivos de actos vandálicos. En por eso que Telefónica, tal y como anunció este diario hace unos meses, ha optado por retirar todas las cabinas de teléfonos de las calles y plazas de Palma.
Este lunes, ante la atenta mirada del alcalde del municipio, José Hila, y del delegado de la empresa en las Islas, Aitor Ortega, comenzaron las labores de desmantelamiento de las 115 cabinas, alguna de ellas dobles, que aún quedan en Palma. Estos trabajos, que serán financiados por la propia Telefónica, tendrán una duración de unos tres meses.
En este sentido Hila destacó que la retirada de las tradicionales cabinas se podía calificar de «un hecho histórico» ya que las citadas cabinas «forman parte de nuestra memoria pero no tienen cabida en nuestro futuro». El alcalde reiteró que los aparatos llevan años «sin servicios ni mantenimiento» y destacó que no está previsto conservar ninguna de ellas ya que «en su día ya se retiraron todas las que podíamos considerar como históricas».
La primera cabina que se ha retirado fue la que estaba ubicada en la esquina de S'Excorxador con la Plaça de París a cargo de operarios de la empresa Circet para, posteriormente, hacer lo propio con el resto. El Ajuntament, según apuntó el edil, ha colaborado con la empresa facilitando todo lo relacionado con los permisos para actuar y arreglando los huecos de la vía pública, a través de área d'Infraestructures, una vez desmontadas.
«Con esta actuación sacamos de las calles un elemento en desuso y que se había convertido en un blanco del incivismo. Las cabinas se habían convertido en puntos negros» señaló Hila. Asimismo, apuntó que la retirada de las cabinas «responde a una reivindicación de los ciudadanos que mejora el entorno».