El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, reclamó ayer «respeto» para las tradiciones que, «en nuestro caso, están enmarcadas en el espacio sagrado de nuestra fe cristiana» y deseó que «tengan carta de ciudadanía como signo de una laicidad bien entendida».
Esta petición fue el mensaje central de la homilía que el prelado pronunció en la solemne eucaristía celebrada ayer en el Catedral con motivo del patrón de Palma, Sant Sebastià. Además, afirmó que «la cultura urbana ha de recuperar el espacio religioso que le toca en virtud de los derechos humanos, sin imposiciones, pero también sin prejuicios ni exclusiones».
Por último, instó a «hacer de nuestra ciudad un espacio de convivencia que favorezca y fomente el diálogo familiar, institucional y social» y a esforzarse por «eviar la crispación». A la misa por el patrón acudió el alcalde de Palma, José Hila, así como algunos regidores de PP y Vox o representantes del Govern y el Consell.