La Navidad es sinónimo de pasar tiempo con la familia y los amigos. Las calles de Palma están más bonitas que nunca y se llenan de magia e ilusión. Sin duda, es buen momento para callejear y dejarse cautivar por aquello que nos rodea, y es que Mallorca ofrece un gran abanico de tradiciones para que no te quedes en casa durante las fiestas. Y es que el espíritu navideño está más vivo que nunca ya que desde finales de noviembre las calles está llenas de luces.
Otra propuesta son los mercadillos navideños que son una gran opción a la hora de comprar regalos, o simplemente, para dar una agradable vuelta mientras se disfruta de productos artesanos. En el centro de Palma hay un recorrido muy completo de mercadillos, pero numerosos municipios de la isla también adornan sus calles con ellos. Si optas por alguna de las dos opciones anteriores, y a tenor de la humedad que caracteriza a nuestro clima, el cuerpo pide algo caliente, para ello, algunos optan por sentarse en una cafetería y pedirse un chocolate caliente y otros, en cambio, se sienten más atraídos por ese olor tan característico y navideño que desprenden las castañas asadas.
Los belenes son una de las costumbres más arraigadas y que sigue vigente hoy en día. Los podemos encontrar en iglesias, centros culturales e instituciones que acogen en estas fechas maquetas que merecen la pena visitar. Algunos de los preserves están muy elaborados y cuidados, ya que los artesanos dedican meses de trabajo a prepararlos. Fiestas, tradición, gastronomía y costumbres son aquello que se puede encontrar estos días en Palma. Una ciudad, sin lugar a duda, mágica en Navidad.
■ Ruta de luces
Un plan sencillo, pasear por el centro de Palma para ver las luces navideñas. Además de los 380 kilómetros de calles engalanadas con luminosas guirnaldas y adornos, Palma cuenta este 2022 con dos nuevos ornamentos navideños. El primero de ellos es una estrella de grandes dimensiones: el astro mide doce metros de altura, cambia de color y está situado en la Porta de Santa Catalina, cerca de la parroquia de la Santa Creu. La segunda novedad se encuentra en el Passeig Sagrera, una gran bola de Navidad, que también cambia de color y que permite acceder a su interior. Además de estos dos también está instalado un gran árbol en el Parc de les Estacions. Por otra parte, los paseos del Born y la Rambla pueden presumir con certeza de ser los favoritos y más fotografiados por los transeúntes.
■ Chocolate caliente
No hay mejor plan en una tarde de diciembre que sentarse a comer una ensaimada y tomar un chocolate caliente. Es una forma deliciosa de entrar en calor y en el centro de Palma encontrarás varios de los mejores puestos y locales. Algunos de los establecimientos más populares para ir a merendar son Can Joan de s'Aigo y la Rosaleda, donde es habitual ver colas de gente esperando durante las tardes cercanas a los días festivos. La espera por una buena merienda siempre vale la pena.
■ Belenes
La tradición de montar el belén todavía perdura en los hogares mallorquines, y tanto las diferentes instituciones como los centros socioculturales se suman a esta iniciativa, ya sea con belenes centenarios u otros de más modernos. Cada belén es diferente, todos tienen sus particularidades e ir a visitarlos es una gran manera de pasar una tarde de invierno. Los más frecuentados son el belén del Ayuntamiento de Palma, en la plaza de Cort; el del Consell de Mallorca y el de El Corte Inglés de Avenidas.
■ Castañas
Comprar un cono de castañas asadas en los puestos callejeros mientras paseas por el centro no tiene desperdicio. Y por norma general solo los encuentras en estas fechas. Una tradición que se visualiza perfectamente cada año a través de la humareda que sale de los distintos puestos ambulantes. Su olor característico impregna las calles y plazas, por lo que muchos viandantes no pueden evitar la tentación de pararse a comprar un cartucho de castañas para que les acompañe en su paseo al atardecer.
■ Mercadillos
Artesanos, diseñadores y comerciantes aprovechan estas fechas para sacar sus productos en las calles. Un plan perfecto para una tarde de domingo en familia. La Plaça Major de la capital balear se inunda de figuritas de belenes y adornos navideños, que se mezclan con puestos de artesanos. Las Ramblas también se contagian de espíritu navideño, combinando los puestos de flores con obras de arte de artistas locales y puestos de comida, desde churros hasta crepes. En Plaça Espanya también es posible hacerse con regalos para Navidad y Reyes.
■ Visitar a Papá Noel
Esta actividad es algo que los más pequeños disfrutan con nerviosismo y fascinación, ya que tienen la oportunidad de entregar personalmente su carta a Papá Noel en algunos de los centros comerciales de Palma durante algunos días. Días antes de la llegada de los Sus Majestades los Reyes de Oriente, los pajes reales llegan a Palma para recoger las cartas de todos los niños y niñas en un acto festivo que tiene lugar en la Plaza de Cort.
■ Sibil·la
El tradicional Cant de la Sibil·la recibió en 2010 el reconocimiento de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Este canto medieval suena en la vigilia de Navidad y en la Seu, su interpretación es simbólica y muy recomendada. La sibila está representada por un personaje que puede ser masculino o femenino y alude al llamado juicio final apocalíptico, pese a que el ritual tiene raíces paganas. Aunque se canta en muchas iglesias de la isla, las más emblemáticas son la Seu y el Santuario de Lluc, donde el canto de la sibila es interpretado por un blavet.
■ San Silvestre
Es una de las carreras más famosas y no solo se apuntan los amantes del running, también lo hacen los no tan aficionados. De esta manera un gran número de corredores decide despedir el año haciendo ejercicio con carreras de 5 km o de 10 km. En Palma, el recorrido es por pista en el bosque del Castell de Bellver el próximo 26 de diciembre. Sin duda este un buen propósito para empezar el año 2023. Además, se trata de un plan muy divertido ya que muchos de los corredores se disfrazan para la carrera.
■ Nochevieja en Cort
La plaza de Cort no tiene nada que envidiar a la puerta del Sol de Madrid. Una multitud de personas deciden congregarse en la plaza del Ayuntamiento, para despedir el año y darle la bienvenida al Año Nuevo entre luces, guirnaldas y las tradicionales uvas. Aunque en años anteriores no se pudo llevar a cabo la fiesta debido a las restricciones del coronavirus, la fiesta regresará por todo lo alto a Cort y también al Passeig del Born como ya se había hecho antes de la pandemia.
■ La Cabalgata
Cada 5 de enero, los Reyes Magos de Oriente desembarcan en el puerto de Palma para desfilar ante centenares de personas. Los más pequeños miran con admiración las carrozas y esperan ansiosos abrir los regalos la mañana del día siguiente. Su noche es larga ya que recorren prácticamente todos los municipios mallorquines para entregar los regalos. Sin lugar a duda, esta es una de las tarde más mágicas para los más pequeños de la casa.