Un 'pájaro pingüino' (Alca torda) ha sido visto en el Portitxol, concretamente este pasado domingo, y ha causado una gran expectación entre los vecinos de la citada barriada palmesana. Se trata de un ave marina poco habitual en Mallorca, ya que habita en el norte del Atlántico. En esta ocasión ha venido huyendo del fuerte temporal que afecta a esa zona. Además de en el Portitxol, este año se han visto 'pájaros pingüino' en Es Trenc, Pollença, Santa Ponça, Porto Petro y Cabrera. Actualmente hay uno recuperándose en el Consorci per a la Recuperació de la Fauna de les Illes Balears (COFIB), ya que ha llegado muy debilitado.
Rafel Mas, técnico del Servicio de Protección de Especies de la Conselleria de Medi Ambient, ha explicado que este otoño están llegando de forma «masiva» al levante peninsular; a Mallorca lo están haciendo de forma más numerosa que en otras ocasiones, pero no en masa. Cabe precisar que no es la primera vez que estas aves llegan a la Isla, ya que «hay registros desde hace décadas y se ven de forma accidental algunos inviernos». En este sentido, ha explicado que la presencia de estos pájaros no es habitual. «Se ven de forma accidental en algunos inviernos: se considera una invernada rara en Mallorca y Pitiüses (poco frecuente) y una invernada escasa en Menorca (muy poco frecuente)».
No es familia de los pingüinos, pese a su parecido
Aunque tiene un gran parecido con los pingüinos, no pertenece a la misma familia. «No tienen un parentesco próximo, sólo coinciden en los colores», ha puntualizado Más. El Alca común (Alca torda) suele habitar en los mares de Groenlandia, norte de Noruega, Islandia, etc. «Su distribución es muy amplia», ha añadido. Este ave marina se alimenta de peces y se desplaza muy bien, tanto bajo el agua (como se puede observar en el vídeo de esta imagen) como volando. Por ello, puede recorrer distancias tan amplias, aunque muchos de ellos llegan debilitados y algunos mueren.
Los que vienen débiles son ingresados en el COFIB cuando llegan a Mallorca y son puestos en libertad, si sobreviven, una vez que logran recuperarse. Preguntado por si podrían vivir en la Isla en el caso de quedarse, el técnico del Servicio de Protección de Especies ha respondido que sí. No obstante, ha avanzado que no lo harán porque «serían ejemplares solitarios y no encontrarían parejas para reproducirse». Además, los mares del norte del Atlántico son más ricos que los del Mediterráneo en alimentación.