El Ajuntament de Palma ha retirado 23 terrazas sin licencias, la mayor parte de ellas en Santa Catalina y está realizando inspecciones en otros 45 establecimientos. Desde este miércoles el Consistorio ha empezado a actuar y ha acudido a los establecimientos que no contaban con licencia para retirar las sillas y mesas de estas terrazas ilegales. «Al final no se han llevado el mobiliario porque los propietarios lo han retirado pero solo lo han hecho después de tomarse esta media», explicó ayer la presidenta de la Federació d‘Associacions de Veïns de Palma, Maribel Alcázar.
Este miércoles se reunió la Taula per la Convivència, en la que vecinos y cinco regidurías de diferentes áreas se unen para tomar medidas para el control del espacio público y las molestias del ruido que ocasiona la actividad de la hostelería entre el vecindario. Alcázar advirtió que «hemos pasado un listado de los establecimientos más problemáticos de la ciudad para que se tomen las medidas pertinentes. En los barrios residenciales pedimos el cierre de los establecimientos nocturnos a las doce de la noche. Hay deficiencias en la normativa. No puede ser que una licencia sea para toda la vida y siga fastidiando».
Con el objetivo de compartir experiencias de la lucha vecinal contra las molestias del ocio y conseguir el derecho al descanso de la ciudadanía, la FEAAVV convocó este jueves a entidades vecinales de Madrid y Barcelona aquejadas por el mimo problema. Al encuentro acudió Daniel Pardo, de la Assemblea de Barris pel Decreixement Turístic de Barcelona y Enrique Villalobos, de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid. «Están machacando a la gente porque no puede dormir», dijo Pardo.